Muy buenos días tengan las y los lectores de este espacio semanal que llega a usted gracias al trabajo de varias personas, el más importante, don Carlos Tizoc Mondragón, presidente de nuestra Asociación de Periodistas y Comunicadores, sita en San Juan del Río pero que ya abarca casi la totalidad de los municipios del estado, lo que nos convierte en los primeros a nivel estatal y me atrevo a decir que nacional, si a temas de actualización se refiere. Cada mes acudimos a una conferencia que va poniéndonos al día en los puntos que conforman o debe contener un periodismo actual, ágil, informado y de rápida factura, como mandan los cánones de lo que se publica en medios electrónicos. En éstos, la fecha de caducidad se adelanta a escala inimaginable. Si usted compra un periódico puede guardarlo hasta que adquiera el siguiente, pero en Internet, sobre una nota caen cien más del mismo asunto en el mismo día y con distintos enfoques e intereses. La ética, debe ser quien lleve la batuta en estas vías de información y comunicación, lo que no siempre es verdad.
Una vez escrito lo que hace tiempo quería compartir con ustedes, paso a lo concreto: La noticia, o las notas, porque en realidad son dos. Una es el “despojo” que se sistemáticamente viene realizándose en las zonas colindantes entre la Cdmx y el Estado de México. No se trata de una expropiación porque no hay utilidad pública ni se está indemnizando a los actuales propietarios. Hablamos, estimad@ lector/a de 5 mil hectáreas entre Santa Fe y La Herradura; toda una franja de predios cuyo valor comercial es enorme. El sustento de estos desalojos es un documento que data de la época de don Porfirio Díaz, el que a todas luces ha caducado si es que esta escribidora no estudió Biología en lugar de Derecho. Pero como en todo lo que con opacidad se está haciendo en estos años, falta información. Ojalá pronto nos den a conocer qué está haciendo la Fiscalía Federal, con qué bases y cómo se están defendiendo los virtuales propietarios que han vivido por generaciones ahí.
Lo siguiente es nacional: se trata del “falso debate” que se ha armado en las Cámaras respecto a la Guardia Nacional. Como con el pollo para hacer tacos, desmoronemos el asunto. Lo primero: la Constitución Mexicana en su artículo 21 dice a la letra: La seguridad pública comprende la prevención, investigación, persecución de los delitos, así como la sanción de las infracciones administrativas en los términos de la Ley, en las respectivas competencias que esta Constitución señala… Por decreto presidencial el Artículo 21 se modificó en varios puntos; la posesión de armas en casa para la legítima defensa, la detención en flagrancia, la creación de un sistema de información (inteligencia) nacional y la creación de la Guardia Nacional con carácter civil, adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública… etc. Lo primero que deberían haber hecho es diseñar una Estrategia Nacional de Seguridad Pública, lo que no se ha hecho ni tantito.
De pronto, el Ejecutivo decidió que la guardia Nacional quedaría adscrita a las Fuerzas Armadas ($). Esto, en cabal castilla, quiere decir que el dinero para su administración y pago quedará en manos del Ejército, al que sólo falta darle a administrar las pastelerías El Globo, dice mi abuelita. El Ejecutivo pasó sobre su propio decreto y encima de la Constitución. El PRI en la Cámara de Diputados, soltó de repente una extensión de la administración por parte de las Fuerzas Armadas, del 2024 al 2029, sin que se haya definido ni modificado el carácter CIVIL de la Guardia Nacional. O sea, el desacuerdo de fondo contiene varios incisos y por esa razón se niegan a firmar en la Cámara de Senadores. Esto no tiene NADA que ver con que si festejamos o no a nuestras Fuerzas Armadas. ¡Por supuesto que sí!, pero la historia nos advierte desde un rincón multinacional que los ejércitos montados en el poder civil de las democracias no dan buenos resultados, pues queda a la mano la tentación del golpismo. Otra: Si durante 4 sexenios no ha dado resultado tener al Ejército en las calles, además expuesto a no disparar so pena de ser juzgado como asesino, es de inteligentes entender que no ha habido un debate nacional con expertos de todo tipo para solucionar un problema de Seguridad Pública que ya se salió de control. El Ejército combate y abate a los enemigos del estado, no está en sus especialidades formar policías. Puede hacer inteligencia de campo, pero siempre para terminar con el mal. Ése es el meollo de lo que se alcanza a ver, pero hay más de fondo; seguro.
Escribe: Guadalupe Elizalde
