Buenos días tengan las y los lectores de nuestro espacio, en este miércoles de inicio de año. Les deseo lo mejor para ustedes y sus familias, sobre todo que los acompañe la luz en cada toma de decisiones. Recuerdo, al respecto- la petición que según La Biblia hizo el rey Salomón a Dios, cuando le pidió una sola cosa para el resto de su vida: sabiduría; o sea, luz para ser una cabeza de estado, justo. ¡Qué importante sería para todas las naciones, si cada gobernante asumiera que no lo sabe todo! Sin embargo, lo que alcanzamos a ver es lo contrario, seres humanos en fotografías y conferencias triunfales como queriéndonos decir: “Miren, yo desde aquí mando y háganle como quieran”.
Durante la semana y de pasada, escuché el comentario de un analista de renombre cuando decía que en México no se reparten culpas, sino inocencias. Achis, achis, decía mi abuelita, ¿qué no es al contrario? ¿Cómo que al revés, mi estimada abue?, si en México todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario, según nuestra vapuleada Constitución… ¡No!, respingó mi abuelita. Cuando el atentado contra Ciro Gómez Leyva, a quien abrazamos con respeto desde aquí, primero se culpó a la ultraderecha, a los contrarios a la 4T quienes podrían ser los más beneficiados, y terminaron culpando al mismo afectado de un auto atentado. Si encuentran cadáveres tendidos en banquetas y laderas de carreteras, la culpa es de la prensa por darle vuelo a la información. Si se organiza una marcha desde la ciudadanía, se acusa que fueron las fuerzas políticas que quieren afectar al gobierno, “engañando” y acaso acarreando a decenas de miles que marcharon en todo el país por intereses que desconocemos. Y así…
Entonces, me pregunto, ¿cómo se reparte entre los miembros del gobierno la inocencia? Pues, si comenzamos con la línea 12 del Metro de la ciudad de México veremos que la responsabilidad no fue de los constructores, sino del material utilizado, del acero de las vías que no tenían la flexibilidad necesaria, que si los pernos; es decir, el análisis fue técnico. ¿En dónde queda la responsabilidad humana? De quién compró esos pernos, de quiénes no supervisaron la obra; del responsable de vigilar que todo se ajustara a las demandas de esa línea, su peso, las curvas, y finalmente de la autoridad que en primer lugar da la cara ante la ciudadanía, que le proporcionó el dinero para construir un sistema de transporte popular (el Metro transporta más de 4 millones de personas diariamente), o como se usa decir hoy en día, más de 4 millones de votos. La ciudadanía que utiliza el Metro en la Ciudad de México para llegar a sus destinos, no son los aspiracionistas, las clases altas, los enemigos del poder. No, el Metro es el ambiente más democrático de la Ciudad Capital; y por lo mismo debe estar cuidado y mantenido como si se trata de un reloj. Con el corto circuito que se originó hoy en la mañana, van cinco accidentes en 4 años de gobierno. La auditoría noruega, que no aceptaron las autoridades capitalinas, llegó a la conclusión de que la línea 12 cayó por falta de mantenimiento, pero a nadie le convenía un peritaje así. Resulta que López Obrador llegó el 5 de diciembre del 2000 a gobierno de la capital, y si vamos a hacer caso al libro “El Rey del Cash”, pues no hicieron más que ahorrar y cobrar para hacer la polla necesaria para la campaña. Marcelo Ebrard, el libro dixit, fue quien dio más dinero al movimiento de Regeneración Nacional; esto, más las dádivas de los programas sociales, deben de haber dejado seco al actual Canciller mexicano. Y es que el dinero no dura para siempre cuando se dilapida.
Como cierre de esta nota: no sé si elegir el “oso” que hizo la policía de tránsito capitalina con “traigo al de Canadá, dame chance”, al otro momento en que López Obrador le pregunta a su esposa Beatriz, “ahora qué hacemos” cuando llegó el ministro canadiense con su esposa al Palacio Nacional, o a la buena noticia de que el jefe de Seguridad capitalino, Omar García Harfuch, logró la detención de 11 presuntos delincuentes, integrados a una célula criminal que operaba lo mismo en la capital, que en el Estado de México. Lo que llama la atención de este último acontecimientos que ya haya culpables, que éstos están identificados gracias a las cámaras del gobierno y a los circuitos cerrados privados y al seguimiento que pudo dárseles hasta sus viviendas, estacionamientos o casas de seguridad. La cantidad de droga incautada y las armas encontradas en su posesión, más las siglas en las gorras, ponen al Cártel Jalisco de nuevo en la palestra nacional. ¡Felicidades al principal aspirante a sustituir a Claudia Sheinbaum.
Escribe: Guadalupe Elizalde