Es lamentable enterarse como el índice de violencia en nuestro país está alcanzando cifras cada vez más alarmantes, aunado a eso, los casos de personas desparecidas causan miedo en la población. Todos tenemos hijos, hermanos, padres, amigos, conocidos y por ningún motivo quisiéramos vernos en esa terrible muerte en vida, de tener a alguien en la lista de desaparecidos y no saber dónde está, qué le ocurrió, si está con vida o enterrado en una fosa común, en algún lugar cercano o remoto y que quizá jamás sea localizado.
Muchos colectivos, principalmente de madres, cavan en distintos lugares de la república con la esperanza de encontrar algún indicio de su hijo, su hermano, su esposo, hacen lo que las autoridades no se molestan en hacer, no buscan, no informan, irónicamente muchas de esas mujeres buscadoras, han encontrado restos de otras personas y no de la persona que buscan. La lista de mujeres asesinadas sigue creciendo, desgraciadamente esas muertes están íntimamente ligadas a personas conocidas por la víctima, así como también crece la lista de jóvenes desaparecidos, de niños violentados, de perritos torturados, asesinados también y la justicia pareciera no existir para esos criminales que no temen, que, si logran ser reconocidos, detenidos, encarcelados, es por un corto tiempo y después, salen como si la cárcel fuera un lugar de visita.
Es sistema penitenciario en México necesita un cambio radical, no es posible que dentro de las mismas prisiones los reos con un poder económico, político, criminal tengan privilegios como si vivieran en el mejor hotel de lujo de México y que, desde ese lugar, destinado para que paguen un daño hecho, sea la oficina mejor vigilada para que sigan extorsionando, gestionando la red de corrupción y de criminalidad en el país. No podemos caer en el conformismo de decir que no se puede hacer nada, cuando estamos expuestos a ser alcanzados por una bala perdida, una extorsión, robo, desaparición, no podemos vivir en el miedo, si todo está cambiando, ¿Por qué el sistema de justicia en nuestro país no puede cambiar? Es una necesidad inmediata, depurar las cárceles de la mafia de corrupción que ahí impera.
En Sol-llestk (óblast de Oremburgo) a más de mil kilómetros de Moscú se encuentra la prisión más dura de Rusia, conocida como “Delfín Negro” ya que a la entrada de esta construcción se encuentra la estatua de un delfín de color negro, elaborada por los mismos reclusos, en ella se encuentran los reos más peligrosos del país, es un sistema penal dirigido por el Servicio Federal Penitenciario de Rusia, construida en 1745, hoy cuenta con alrededor de 700 reclusos, aquellos condenados por canibalismo, pedofilia, pederastia, terroristas, asesinos, la mayoría condenados a cadena perpetua, los habitantes de esta prisión no tienen los beneficios de los presos en México por los mismos delitos y más. Para empezar todos los habitantes del Delfín Negro están aislados durante las 24 horas del día, en celdas reforzadas por tres puertas de acero, una prisión dentro de otra prisión, son vigilados constantemente por los guardias cada quince minutos, no se les permite acostarse o sentarse en las literas hasta que se les concede el permiso, se levantan a las seis de la mañana y vuelven a tocar su cama hasta las veintidós horas cuando vuelven a dormir. cuando son sacados de sus celdas caminan inclinados boca abajo y con los ojos vendados, todo esto para que desconozcan totalmente el lugar, y lo peculiar de esta prisión es que tiene ningún patio.
También, ser preso en el Delfín Negro implica tener una alimentación basada en sopa y pan cuatro veces al día, no comen en el comedor, siempre lo hacen en su celda, la comida es proporcionada por los encargados, por medio de largos maderos a fin de no tener contacto con ningún reo, fuera de su celda, se coloca un letrero con la inscripción de los hechos cometidos por el prisionero, para que ningún guardia pueda tener una afinidad o un acto de empatía entre preso y vigilante, es importante señalar que quien entra jamás sale, ningún reo ha huido del Delfín Negro. Es una prisión de máxima seguridad, ahí las luces jamás se apagan, y las 24 horas del día cada celda es vigilada por cámaras con sensores que registran cada movimiento, en la planta baja no existen celdas para evitar que pudieran hacer un túnel e intentar escapar, en México salen por la puerta principal y nadie se da cuenta.
¿Esto será lo que necesita nuestro país para acabar con la impunidad? Sé que tocar temas de esta naturaleza es algo fuerte, pero no pasemos de largo sin leer, sin querer darnos cuenta de lo que en estos momentos está pasando, vivimos en este hermoso país, y no deseo que nadie de mi familia, ni de la suya, ni de la nadie se encuentre entre la lista de los más de 110,106 personas desaparecidas en los últimos cuatro años, desde 2006 según las estadísticas, 14 personas desaparecen en México, que ocupa el segundo lugar a nivel mundial de desaparecidos y la ciudad de México como la entidad federativa número uno en desaparición de personas. Cuida a los tuyos, cuídate, cuídame, cuidémonos todos, porque nadie más lo hará
Escribe: Lorena Reséndiz
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