“ Ante la lógica, enseguida dudo. En cambio lo imposible me parece probable a primera vista “-Alphonse Allais
Cuando el show del mago Fantasio llegó al pueblo todos acudimos a verlo, pues aparte de que no había muchas distracciones que nos liberaran del aburrimiento, se regalaba una entrada extra con el pago del boleto. Se anunció por la tarde y en la noche la fila para entrar al teatro era enorme, las luces lucían en todo su esplendor como estrellas de colores y cuando se levantó el telón se escuchó una catarata de aplausos por la emoción, una edecán lo presentó y apareció ¡ un payaso ¡ se calmaron los aplausos y éste mencionó que el mago aún estaba indispuesto y que entonces él nos entretendría mientras el mago preparaba su acto, no nos quedó más que resignarnos a pesar de que el payaso “ Lolito “ hizo dignamente su trabajo y nos dejó buen sabor de boca, cuando abandonó el escenario volvió a presentarse la edecán e invitó al payaso a regresar, éste lo hizo para recibir más aplausos y . . .se empezó a quitar el disfraz: él era el mago Fantasio, que debajo de su traje de payaso portaba un elegante traje de mago, no tuvo que desmaquillarse: sólo se quitó la máscara de payaso y el gorro con pelo de colores. Los aplausos arreciaron e inició su espectáculo: aparecía y desaparecía palomas, conejos, hasta un pequeño elefante que enterneció al público, hizo malabares, trucos con cartas y el número final: la desaparición del mago dentro de un baúl y su aparición en la parte alta del teatro, en la gayola, para lo cual un haz de luz dirigida hacia una butaca vacía esperaba su corporización de un momento a otro, la música de suspenso iba in crescendo, el mago se introdujo al baúl y su guapa ayudante lo cerró con llave, la cual se guardó en el corpiño, unos compases de tambor . . .y tan tán: no apareció el mago; se intentó de nuevo aumentando la emoción y . . .nada, no apareció; la ayudante se puso nerviosa y sacando la llave del corpiño abrió el baúl: no estaba el mago, lo buscó detrás del cortinaje, del telón de fondo y, asustada, comenzó a gritar y a llorar, el público fue invitado a retirarse, llegó la policía y no dio con Fantasio, interrogó a la asistente, a los técnicos y al representante, al dueño del teatro y no se volvió a saber nada del mago, había desaparecido realmente, se dio inicio a averiguaciones, pasó el tiempo, dejó de ser noticia, se cerró el caso: nunca se encontró el cuerpo, la ayudante consiguió otro trabajo, dejó de ser el principal tema del chismorreo. Algunos llegaron a pensar que se había ido a otra dimensión , a un mundo paralelo, muchos hasta alucinaron con que lo habían secuestrado los extraterrestres, las beatas consideraban que había sido cosa del demonio por jugar a las artes mágicas, las mamás lo ponían como ejemplo a sus hijos para que no se portaran mal como ese mago, porque podrían desaparecer de la faz de la tierra. Treinta años después yo sigo pensando que fue un truco fallido o el mejor acto de magia de un mago: pues nadie descubrió el truco. Algún día en el futuro quizá vuelva a aparecer y el truco se descubra, quedando para la historia como el mejor del mundo y a mi, por suerte, me tocó presenciarlo . . .
Escribe: Fernando Roque Soto