*“la vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes”*
*John Lennon*
EL MIEDO A LA MUERTE ES UNA FUENTE INNAGOTABLE DE TRAMPAS QUE NOS CONDICIONAN A NO TENER UNA VIDA PLENA. SOMOS LA PRESA FÁCIL DE EMBUSTEROS QUE LUCRAN CON NUESTROS TEMORES PRIMIGENIOS, SIN DUDA ES LA ECONOMIA QUE FUNDA SU CAPITAL EN EL VACIO QUE NOS LEGAN LAS INSTITUCIONES QUE YA NO BRINDAN REPUESTAS A NUESTRAS PREGUNTAS MÁS APREMIANTES. Una de esas respuestas las brindaban las religiones que ahora se quedan cortas, en el pasado medieval, ante unos tiempos marcados por los grandes avances tecnológicos, lo espiritual se ha quedado rezagado, ante el declive del humanismo, y dando prioridad a los charlatanes de siempre, esos “gurús”, que desde las iglesias, o pseudo filosofías de mercado, imponen su “doctrina” aprovechándose del temor que el ser humano tiene a la muerte, a dejar de vivir. Oh terrible paradoja, se teme morir, sin saber que realmente no estamos viviendo, sólo existimos, como autómatas, como productos explotados en exceso, que ante tanta variedad, nos llevan a una frenética carrera dentro de un laberinto virtual, que nos impide vivir y sólo existimos, sólo repetimos algoritmos, sólo observamos lo que lo quieren que observemos y así, pasa eso que es la vida y que nosotros no le ponemos la puntual atención. Los que lucran con nuestros miedos se nos presentan de varias maneras, nos invitan a ser jóvenes, a dejar de pensar en nuestra edad, a infantilizar nuestra conducta, por ello se lucra con la nostalgia ante un presente vacío. Y la contradicción se presenta cuando a los niños y niñas los llevan a vestir, y vivir como adultos para ampliar el mercado de cosméticos y moda, lo importante es consumir y no pensar, el tiempo corre y hay una nueva moda que te espera. Debemos detenernos y reflexionar, la vorágine de impulsos, que nos condicionan a tener una vida sin pensar, sin observar ni cuestionar nuestro entorno, sólo nos lleva a ser un elemento más de este poderoso engranaje que mueve el sistema. No olvidemos que vivir es sentir, experimentar con libertad, rebeldía y trascender. La vida en ocasiones se puede encontrar dónde no va la mayoría, sino por el sendero de la vida reflexiva y consciente. No es lo mismo existir que vivir, uno existe acríticamente y es fácil de manipular ante tantas “ofertas” de una vida mejor. Los invito a conocer a los estoicos, los cínicos, a Platón, a Sócrates, a Séneca a los clásicos. Ellos pueden darnos respuestas ante las circunstancias de este paso efímero y misterioso que es la vida, sólo nosotros vivimos nuestra vida, no hay que permitir que nos condicionen y reducir nuestra vida llena de posibilidades a una existencia limitada y vacía. La rebeldía es el camino que más cerca nos puede llevar a una mejor vida.
*Lic. Roberto Cárdenas Cachoa*