“Que otros se enorgullezcan por lo que han escrito, yo me enorgullezco por lo que he leído”. Jorge Luis Borges.
NUESTRAS LECTURAS SE EXPRESAN EN NUESTRA ESCRITURA. EL TAMAÑO DE TU PASÍON POR LEER ES PROPORCIONAL A TUS LIMITES DE EXPRESIÓN ESCRITA. Opino lo mismo que Jorge Luis Borges, yo me enorgullezco más por lo que he leído que lo que he escrito, sin duda, sin engaños y vacuas vanidades. No hay mejor preparación para el arte infinito de la escritura que nuestra capacidad lectura, obvio, existen los talleres literarios, más enfocados en el estilo y compartir las experiencias de cuentos, poesía, novela, etc., pero, si no se cultiva el hábito de la lectura, seguro tu trabajo será limitado, bueno, eso podría suceder, aunque existen excepciones que no necesariamente son la regla. Es esencial para nuestra salud mental, plasmar en el papel nuestras experiencias, alguna ocasión emprendimos la aventura de un diario, dónde expresamos nuestras experiencias, dudas, y circunstancias que nos iluminan u oscurecen la vida. La poesía que nos inspira la amada, puede ser nuestra pareja o nuestra propia madre. No importa la musa, lo importante es la magia, ese impulso humano, sensible, que nos motiva a escribir. La metáfora, la imagen que se plasma, algunos ven una simple lluvia en invierno, otros vemos, que el cielo llora, en silencio…Hay libretas ocultas, dónde están los textos que hablan mucho de esa persona que éramos al momento de escribirlos y ahora un tiempo después, reconocemos que ya no somos. En mi opinión, la escritura no es para seres presuntuosos, al final, escribir, es solo, eso, plasmar tus vivencias, dudas, certezas, y demás expresiones, que por el solo hecho de expresarlas en papel, libros, “redes sociales”, no nos hacen más, sino, por el contrario, somos humildes escritores, que escriben por el solo gozo, no por creernos superiores o “influencers”. Escribir, en su mayoría, es un oficio de solitarios, de ensimismados, de introspectivos, que nos refugiamos en la hoja en blanco, y escribimos para nosotros en primer lugar. El que escribe para otros, para el mercado, para sectas, o políticos, es libre, pero con perdón, no es escritor, seria publicista, redactor, empleado. Escribir, es un arte, silencioso, oculto, hermoso. Evitar caer en la vanidad es un buen comienzo. Hay excelentes escritores que no han publicado mucho, casi nada y conozco malos escritores que publican a diario, mucho y de todo. Muy pocos Juan Rulfo y muchos Francisco Martín Moreno. Pero cada quien es libre de elegir lo que lee, inevitablemente las mesas de novedades y la mercadotecnia nos invitan a leer maquiladores de letras vacías. Escribir es un arte para solitarios en su mayoría, pero todos, podemos y lo hacemos, escribir es bueno para la salud mental, hay que nutrirnos de buenas lecturas, para tener una escritura saludable para nosotros mismos, que somos el primer destinatario de nuestra escritura. Esto que acabo de escribir es sólo mi opinión, al final, todos los que escriben y publican, son libres de escribir lo que gusten y eso es lo trascendental así fue en el remoto pasado, así es en el convulso presente y así será en el futuro. Escribir, escribir, no importa nada, es solo escribir. Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
NUESTRAS LECTURAS SE EXPRESAN EN NUESTRA ESCRITURA. EL TAMAÑO DE TU PASÍON POR LEER ES PROPORCIONAL A TUS LIMITES DE EXPRESIÓN ESCRITA. Opino lo mismo que Jorge Luis Borges, yo me enorgullezco más por lo que he leído que lo que he escrito, sin duda, sin engaños y vacuas vanidades. No hay mejor preparación para el arte infinito de la escritura que nuestra capacidad lectura, obvio, existen los talleres literarios, más enfocados en el estilo y compartir las experiencias de cuentos, poesía, novela, etc., pero, si no se cultiva el hábito de la lectura, seguro tu trabajo será limitado, bueno, eso podría suceder, aunque existen excepciones que no necesariamente son la regla. Es esencial para nuestra salud mental, plasmar en el papel nuestras experiencias, alguna ocasión emprendimos la aventura de un diario, dónde expresamos nuestras experiencias, dudas, y circunstancias que nos iluminan u oscurecen la vida. La poesía que nos inspira la amada, puede ser nuestra pareja o nuestra propia madre. No importa la musa, lo importante es la magia, ese impulso humano, sensible, que nos motiva a escribir. La metáfora, la imagen que se plasma, algunos ven una simple lluvia en invierno, otros vemos, que el cielo llora, en silencio…Hay libretas ocultas, dónde están los textos que hablan mucho de esa persona que éramos al momento de escribirlos y ahora un tiempo después, reconocemos que ya no somos. En mi opinión, la escritura no es para seres presuntuosos, al final, escribir, es solo, eso, plasmar tus vivencias, dudas, certezas, y demás expresiones, que por el solo hecho de expresarlas en papel, libros, “redes sociales”, no nos hacen más, sino, por el contrario, somos humildes escritores, que escriben por el solo gozo, no por creernos superiores o “influencers”. Escribir, en su mayoría, es un oficio de solitarios, de ensimismados, de introspectivos, que nos refugiamos en la hoja en blanco, y escribimos para nosotros en primer lugar. El que escribe para otros, para el mercado, para sectas, o políticos, es libre, pero con perdón, no es escritor, seria publicista, redactor, empleado. Escribir, es un arte, silencioso, oculto, hermoso. Evitar caer en la vanidad es un buen comienzo. Hay excelentes escritores que no han publicado mucho, casi nada y conozco malos escritores que publican a diario, mucho y de todo. Muy pocos Juan Rulfo y muchos Francisco Martín Moreno. Pero cada quien es libre de elegir lo que lee, inevitablemente las mesas de novedades y la mercadotecnia nos invitan a leer maquiladores de letras vacías. Escribir es un arte para solitarios en su mayoría, pero todos, podemos y lo hacemos, escribir es bueno para la salud mental, hay que nutrirnos de buenas lecturas, para tener una escritura saludable para nosotros mismos, que somos el primer destinatario de nuestra escritura. Esto que acabo de escribir es sólo mi opinión, al final, todos los que escriben y publican, son libres de escribir lo que gusten y eso es lo trascendental así fue en el remoto pasado, así es en el convulso presente y así será en el futuro. Escribir, escribir, no importa nada, es solo escribir. Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
