El pasado 27 de enero de 2022 tomó protesta como Presidenta constitucional de la República de Honduras Xiomara Castro de Zelaya, tras la victoria democrática en las elecciones presidenciales de su país en noviembre pasado. Este triunfo histórico representa un cambio trascendental en el panorama político y el retorno de la izquierda al gobierno. Asimismo significa un golpe duro a la estructura autoritaria y dictatorial conducida por Juan Orlando Hernández, actualmente detenido y reclamado para ser juzgado en Estados Unidos por tráfico de drogas y delitos con armas de fuego.
Xiomara Castro quien alcanzó la victoria con más del 51% de los votos, es esposa de Manuel Zelaya, el presidente depuesto por un golpe de Estado en 2009, quien inició su mandato en enero de 2006, se adhirió a la iniciativa Petrocaribe, a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA); apoyó a Cuba y al gobierno del entonces presidente de Bolivia, Evo Morales. Por otra parte, propuso una consulta no vinculante para preguntarle a la población si aceptaba que en las elecciones de noviembre de 2009 se le consultará si estaba o no de acuerdo con una Asamblea Nacional Constituyente, causales que provocaron la enemistad con la elite tradicional y motivaron el golpe de Estado en su contra.
Una vez consumado este atentado ilegal y violento a la democracia, emerge la figura representativa de Xiomara Castro, ganándo la simpatía y el apoyo incondicional de un amplio sector de los ciudadanos.
Después de dos años regresa en el año de 2011 a Honduras Manuel Zelaya y funda el partido Libertad y Refundación (LIBRE), destacando Xiomara como una figura determinante dentro del instituto político y en 2013 se convierte en la candidata presidencial, obteniendo un 28.8 % de los votos y consolidándose en el segundo lugar electoral. Nuevamente en el 2017 pretendió competir para la candidatura presidencial, pero al final declinó en favor de Salvador Nasralla, líder de la Alianza de Oposición contra la Dictadura y entonces el candidato opositor mejor posicionado para enfrentar a Juan Orlando Hernández. Sin embargo, fue derrotado en una contienda apretada, por un estrecho margen, en donde los observadores internacionales cuestionaron la transparencia y la justicia de los resultados. El descontento social generó una crisis poselectoral, pero finalmente terminó imponiéndose el fraude electoral.
La Izquierdista Xiomara Castro hizo historia al convertirse en la primera mujer al frente del Gobierno de Honduras y con su llegada se abren las posibilidades de inaugurar un verdadero período con justicia, equidad y bienestar para los sectores populares, considerando que la nación centroamericana es uno de los países más pobres y desiguales de América Latina, donde el ingreso medio-bajo que se enfrenta a desafíos significativos, con cerca del 66 por ciento de la población viviendo en la pobreza. En zonas rurales aproximadamente uno de cada 5 hondureños viven en pobreza extrema o con menos de US$1.90 al día.
En estos momentos de definiciones, donde los gobiernos progresistas se están consolidando en Latinoamérica se requiere reconstruir el estado de derecho, pero a la par se debe establecer una política social incluyente, lo que implica hacer efectivo el ejercicio de los derechos sociales. Una refundación social, como lo enunció Xiomara Castro. No es una tarea fácil, pero es necesario enfrentar estos enormes desafíos y devolverle la dignidad y la esperanza a su pueblo.
Hoy, Honduras, México y los demás países hermanos de Centroamérica deben poner en el centro de todos los esfuerzos el objetivo de lograr una agenda regional común que aborde temas políticos, económicos y de cooperación para estimular el desarrollo y el bienestar de nuestros pueblos.
Escribe Arturo Hernández