Babel electrificada esclava del dólar,
basura y graffitis en tu piel de ciudad enferma,
concreto y acero tus entrañas,
tripas- rascacielos
rasgando las nubes con su anhelo,
luces de neón comercializando todo:
“ Aquí se compran y venden almas,
se rinde pleitesía eterna al dinero “
el glamour recorre en limusina tus atestadas calles,
en Tiffanys se glorifica la riqueza,
el Empire State como ícono kingkonesco
desde dónde vigilas la ciudad,
que inmensa se extiende en mancha voraz,
el Chrysler building es el hermano menor,
Wall Street con sus prostituidos ejecutivos
dictando la bolsa y las finanzas,
Moloch gigantesco devorando a sus hijos
y un Metro sórdido recorriendo tus arterias,
llegando hasta el corazón: Manhattan
con sus imágenes atrapadas en postales:
la estatua de la Libertad-vigía insomne-
con su antorcha dorada señalando la ruta:
la bienvenida al imperio de cristal y consumismo,
tu barrio judío atrapado en el tiempo,
el Flatiron: majestuoso triángulo
imponiendo su elegancia en una esquina.
Escribe. Fernando Roque