jueves, mayo 2, 2024

De cómo se reinventa un país ignorando las trabas naturales Por si usted no sabía…

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Buenos días a los estimad@s y estimables lector@s, quienes se toman un tiempo para analizar y comentar lo que esta escribidora logra pergeñar de los acontecimientos diarios y compara con el contenido de la ley, sólo para darle cierta coherencia a lo que está dado y a lo que nos dicen que es nuestra nueva realidad. Y es que hay un divorcio muy marcado entre las palabras y lo que vemos, entre la intención expresada desde los mandos y los pobres resultados que nosotros padecemos. Eso, cuando no de plano mandan a la prensa a afinar güiros, como ocurrió a un reportero en Palacio Nacional, cuando dio en preguntar por las condiciones bajo las cuales laboran los médicos cubanos: ¿Cuánto ganan? ¿Pagarán impuestos? ¿Se fugarán hacia los EEUU, previo matrimonio con alguna mexicana? (esa pregunta es de mi abuelita). ¿El gobierno mexicano seguirá pagándole y apagándole los incendios al gobierno cubano?
Claro que el Ejecutivo nada respondió sobre esto; al contrario, se salió por la tangente llamando racistas, clasistas, neoliberales, tecnócratas, corruptos y no sé cuántas zarandajas más a quienes externamos ésa y otras dudas. De sobra está decir que los médicos de la isla caribeña no son todo el problema; tampoco lo es si saben medicina y conocen de farmacología, sino los decretazos con los cuales se viene gobernando este pobre país. Dice mi abuelita que ya quisiera ella trabajar como médico veterinario en la Unión Americana; que la dejen aunque sea curar mapaches y zarigüeyas, pero no. Primero tendrá que mostrar el título, validarlo en el extranjero, pasar los exámenes y conseguir la licencia operativa. Formarse y hacer méritos para entrar a la seguridad social, luchar por una plaza,etc.,etc. Y pagar impuestos, claro. ¿ Hay algo maligno en cobrar por nuestro trabajo?
E igual, en la tenebra están las operaciones, seguramente loables, que están realizando los militares en la mina de carbón de Sabinas. ¿Cómo es posible que conozcamos más de las labores del Ejército Mexicano apagando incendios en Cuba? Por cierto: ojalá estas tragedias paren ya y no sigan cobrando vidas. Por cierto, ¿qué ha hecho la secretaria del Trabajo para mejorar las condiciones laborales de los mineros? ¡Y que no salgan con que la concesión la otorgó el ex presidente Fox! Si los trabajadores mexicanos están produciendo (para la CFE, que conste) bajo condiciones infrahumanas, cualquier gobierno que se abandere con la defensa de los más pobres puede suspender esa concesión, en tanto las condiciones mejoran. ¡Claro!, es más fácil culpar al pasado que rendir cuentas y cumplir con el deber de revisar y modificar ese pasado que hoy se pinta “indeseable”, como pretenden hacer ahora con la Sedena y la Policía Militar, creada hace dos años por decreto presidencial el 26 de marzo de 2019, cuando se puso a disposición del Ejército Mexicano un contingente de aproximadamente 100 mil elementos reclutados por la autoridad civil. Al frente de la PM quedó el general Luis Rodríguez Bucio. Se creó como órgano desconcentrado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con miras a crear la Secretaría de Seguridad Pública y Justicia. Como puede ver el lector, es un montón de cambio de nombres para “transformar” una realidad que parece no advertirse desde las alturas del poder. Y como decía mi maestro de Derecho Romano, de la Escuela Libre de Derecho: esto debe ser un “invertebrado gaseoso”, pues la primera instrucción la dio un mando civil; las condiciones en las que trabajan son deplorables, y está compuesta por tropa, policía civil, tenientes y marinos. Imagino que aquello será ahora como la Torre de Babel. Cada cual habla un idioma, tiene cierto grado, o casi ninguno de instrucción. Unos son licenciados, otros entienden sólo el lenguaje militar. Los militares desconfían de los civiles y viceversa. La tropa tiene cierto trato con la población civil, que en nada se parece a la que practica la policía con más contacto con la gente y más conocimiento de las tareas de investigación. La llamada “inteligencia” que mantenía la paz en el país, se despedazó al morir Gutiérrez Barrios, o bien los gobiernos del PRI no fueron capaces de seguir ni de compartir la información que tenían sobre el mal estado del país. Sin embargo, el mal fue mayor: todos, gobierno, policía y hasta generales se beneficiaron de los dineros ensangrentados del crimen organizado. ¿A quién le convenía entregar a un gobierno panista esta información? Por eso la transición tuvo que entrar al lodazal para entender y tratar de enmendar algo que ya era un cáncer. ¿Había que comenzar de nuevo, reinventar todo; partir de cero y entregar todo, absolutamente todo al ejército? Decían que no, vociferaban no al militarismo y ahora ¡mírelos! Estrenando tenis.
Escribe: Guadalupe Elizalde
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