En estos días, se ha desatado un verdadero debate, cuando no una polarización a nivel nacional, derivado del Decreto de Reforma a la Ley de la Industria Eléctrica por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica, mismo que fue aprobado por la Cámara de Diputados en sesión semipresencial celebrada el 23-febrero-2021 y remitido a la Cámara de Senadores, la cual la avaló en sesión vespertina de fecha 2-marzo-2021, entrando en vigor el día 10-marzo-2021. Existen división de opiniones, en los medios digitales hay mucha información, en la prensa escrita abundan también los comentarios. Entre otras cosas se ha dicho lo siguiente: “La reforma eléctrica de AMLO provocará desabasto”, “apagones y subirá la luz”; “La reforma eléctrica de AMLO es tóxica por incentivar los subsidios y subir las tarifas”; “La reforma eléctrica de AMLO es un duro golpe contra un principio básico de una economía sana y la libre competencia”; “Tiendas de autoservicio rechazan reforma eléctrica de AMLO”; “El presidente de la ANTAD pide a legisladores que cumplan su misión de representar el interés superior del país, y no los intereses que añoran monopolios”; “pérdida de inversiones y empleos”; “las empresas globales no podrán cumplir con sus certificaciones”; “daño a la confianza de los tratados internaciones”; “una vulneración al Estado de Derecho mexicano”, “Reforma eléctrica, un acto político de incertidumbre jurídica”, ETC. Este alud de comentarios no se recuerda haberlo vivido durante el periodo del modelo político-neoliberal en nuestro país. La prensa de la época todo lo festinaba y alababa. Empecemos, en el Decreto en su apartado de exposición de motivos, se indica entre otras cosas lo siguiente: “…desde hace más de tres décadas, en el marco de la política neoliberal o neoporfirista, se fue imponiendo un proceso de privatización para debilitar y transferir empresas públicas a particulares y despojar a los mexicanos de la riqueza petrolera y de la industria eléctrica nacional..”. ¿El modelo político y económico denominado neoliberalismo fue bueno o malo para México?. Con el Gobierno de Miguel de Lamadrid arranco ese modelo, mismo que fue aplicado de manera estratégica, iniciando con el retiro de la clase política nacional y la aparición de un grupo de jóvenes llamados “tecnócratas”. Se sintieron transformistas y por ende reformistas, pero cayeron en excesos. De la Madrid recibió 1155 empresas públicas, lo cual reflejaba un exceso estatal y fueron reducidas al final de ese sexenio a 412, lo cual no sonaba mal. Después, tomo el poder Carlos Salinas de Gortari en 1988 y aparecieron múltiples promesas y cambios constitucionales y estructurales. Se vino encima la avalancha de modificaciones constitucionales, se tenía prisa por vender todo, México era una verdadera venta de garaje, prácticamente nadie protesto nada. La naturaleza de la nueva política se dejó sentir, se modificaron los artículos 28, 73 y 123 vinculados directamente a la reprivatización de la Banca, la reforma electoral, de la ley de culto y el artículo 27 que abría la posibilidad para que los ejidatarios pudieran vender sus tierras a capitalistas nacionales o extranjeros, hoy el campo mexicano está totalmente desmantelado y estamos importando hasta ¡maíz!. Estos fueron solo algunos cambios, pero fue realmente un frenesí de modificaciones, pero…¿a quién beneficiaron estos cambios? a México, al presidente en turno, al grupo tecnocrático, al sector empresarial, a los grandes corporativos nacionales y extranjeros?. Con toda seguridad a todos los mencionados, menos al pueblo mexicano. Se difundieron grandes promesas para la colectividad, la realidad lacerante fue otra; bajos salarios y/o mano de obra barata, dependencia económica de México con otros países, precios altos en servicios básicos, violación a los derechos laborales eludiendo obligaciones como patrones, desempleo, fracaso de sectores nacionales, desmantelamiento de la planta productiva, empleo informal, quiebra del campo mexicano. Uff. Todo en contubernio con los círculos de poder y claro con la prensa escrita y las televisoras, quienes siempre tuvieron las entrevistas para ellos. En materia de rubros sociales el neoliberalismo y los tratados comerciales no han disminuido la desigualdad y la injusta distribución de la riqueza; el número de pobres ha aumentado actualmente a 54 millones de mexicanos; por ende la pobreza extrema aumenta y la esperanza de poder alcanzar un horizonte económico razonable de las clases más empobrecidas es sumamente lejano. A nivel internacional, aspectos como la seguridad nacional, la política exterior, la seguridad pública, la educación, las telecomunicaciones, la política laboral, la energía, las reglas electorales, etcétera, quedamos subordinados a los designios del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, de la OCDE y de otros organismos, al menos ha sido desde muchas décadas atrás. A ese modelo neoliberal están asociadas las privatizaciones masivas de empresas y las reformas estructurales con el fin de terminar o reducir al mínimo el Estado del bienestar y el sistema de relaciones laborales apoyado en la negociación colectiva entre las empresas y los sindicatos. Los resultados de ese modelo político-económico están a la vista, no ingresamos al “primer mundo”. En el porfiriato se encuentra registrado que la electricidad era generada por dos consorcios extranjeros: American and Foreign Power Company y The Mexican Light and Power Company, ellos generaban en ese tiempo el 70% del fluido eléctrico de nuestro país. A estas compañías el Gobierno del Presidente Adolfo López Mateos les adquirió sus acciones y fue nacionalizada la industria eléctrica en diciembre de 1960, estableciéndose en el artículo 27 Constitucional que en materia eléctrica: ”no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes naturales que se requieran para dichos fines”. Pero, ¿porque no usamos las mejores prácticas internacionales en la cadena eléctrica de generación, transmisión, distribución y comercialización?. ¿Por qué replicar el caso desastroso y de encarecimiento de electricidad de España, en donde hasta su rey fue acusado de corrupto y de recibir “moches”, y también Presidentes de España, funcionarios importantes y empresas eléctricas sobornadoras?. Afines a las componendas. Cuando se tiene a la vista el caso NORUEGA, país que ha desarrollado un modelo energético único en Europa. Produce casi la totalidad de sus necesidades energéticas a partir de fuentes renovables, gracias a su excepcional potencial hidráulico, que aquí en México se le subestima. De eso platicaremos en la parte 2 de 2 de este interesante tema. Es necesario recordar aunque sea un poco el pasado, pasado pero muy importante o como dijo Don Julio Scherer García: “El pasado importa tanto como el futuro. Son dos tiempos que se acompañan”. Es todo en cuanto. Jesús Moreno Trejo
REFORMA ELÉCTRICA…¿ESTATISMO O RESTAURACIÓN RAZONABLE DE LA COMISIÓN FEDERAL DE ELECTRICIDAD? (Parte 1 de 2) Nuestros puntos de vista…
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