Hace algunos años, tuve la fortuna de conocer a mi amigo Carlos Mondragón en una reunión realizada en el centro botanero “Emilianos” (julio 2008) dónde nos citó a varios periodistas y escritores para crear una asociación que nos conjuntara como gremio “Asociación de Periodistas de San Juan”. Después paso el tiempo y me invitó a colaborar en la excelente revista “Punto MX” Junto a nuestro amigo en común Oscar Amézquita (D.E.P.) y la vida nos volvió a dar la oportunidad cuando me sumó a su proyecto “Líderes de Opinión”, en el que aún sigo publicando semanalmente. Así que con entusiasmo asistí a la primera presentación de su libro “Entre gallos, palomas y zopilotes” el cual regaló a los presentes. Nos narró varias anécdotas personales y profesionales, sobre todo con su abuelita Mary, a la cual vino a visitar después del terremoto del 85 a nuestra tierra de palomas y se enamoró de esta ciudad, la cual lo arropó y le permitió un gran desarrollo y éxitos profesionales. Hubo cupo lleno en el auditorio del Portal del Diezmo y muchos amigos lo escuchamos emocionados. Así que me dispuse a leer su libro, que, en forma muy amena y entretenida, cuajada de anécdotas que nos narra desde una infancia víctima de bullying y una maestra bruja que en lugar de apoyarlo le hizo la vida imposible, lo cual le fortaleció su resilencia y ganas de salir adelante; en lugar de darse por vencido incluso protegió a un amigo contra sus abusadores. También de cómo lo humillaba la familia de una esposa, su paso por el mundo gallero y como la bella Lucia Méndez lo besó y también conoció a Olga Breeskin y a Lyn May, de los obstáculos que le puso un ex alcalde; también nos comenta que dio clases en una preparatoria, de su viaje a Cuba con su tía, como premio por pasar un exámen, de quien bautizó su columna como “El Dragón de Mondragón” (más de 800 publicadas), de la creación del “Instituto de Estudios Superiores de San Juan”, y de su paso por los medios de comunicación. En fin: Un recorrido como en montaña rusa de emociones, momentos tristes y luminosos que nos permiten conocer en su dimensión humana a nuestro amigo Carlos Tizoc Mondragón Barrón. Hay que leerlo…
Escrbe: Fernando Roque
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