jueves, mayo 2, 2024

De cómo tratando de hacer mucho se concreta poco Por si no sabía…

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Buen día tengan ustedes estimados lector@s. Que la salud campee por sus hogares y no haya tenido que sufrir en el intento de conseguir medicamentos o atención médica en estos tiempos de COVID. Desde aquí saludamos una vez más a todos los trabajadores de la salud, incluidos los de intendencia; a nuestros coterráneos asolados por las lluvias o los temblores, y nos unimos con ayuda y oraciones a los damnificados por el desbordamiento de ríos, presas y deslaves, tanto en el Estado de México como en Querétaro, Guerrero e Hidalgo.
No, los mexicanos no estamos bien. Decirlo sería desconocer la realidad y terminar utilizando el espacio para quedar bien con quienes están en los puestos de mando en este trasatlántico llamado “Nuestro País”. Qué pena que la crítica constructiva que algunos intentamos hacer desde distintas trincheras sea malentendida por algunos censores que a todo dicen “si” por temor a perder sus temporales privilegios; porque todo pasa y como el río de Heráclito, nunca nada es lo mismo. Por la misma razón nos da gusto saber que en México existen gobernadores de la oposición que están haciendo bien su trabajo (los de Morena están rete obligados) , y que pese a los recortes presupuestales se han dedicado a privilegiar las necesidades que impone e impuso la pandemia mundial. Escuchar que las mujeres están protegidas con ingresos extra, que las deudas públicas se han pagado, que las necesidades de Salud están cubiertas, que se impulsa el renacimiento de las pequeñas empresas y los esquemas de vacunación van caminando en tiempo y forma, es un gozo. Lo mismo sucede cuando un mandatario estatal, en lugar de quejarse y echar la culpa al ideológicamente contrario, nos demuestra que puede co-gobernar con la oposición cuando los lindes geográficos se imponen desde una realidad que no puede ser ni ignorada ni negada. Eso es coexistencia democrática. Pelearse, desconocer los méritos ajenos y poner pretextos para no hacer las cosas es precisamente lo que sobra hoy en este gran país llamado México. Tenemos varios buenos gobernadores, pero esta vez quiero hacer mención a dos de ellos: el gobernador del Estado de México y el de Querétaro. Quién sabe si sus partidos están listos para dejarlos pasar. El panista ya dijo que no, y es una pena que el PAN esté tomado por un grupo que ha intentado imponer a un candidato al que no quieren ni en su tierra; a Ricardo Anaya le falta algo que no sé definir y tampoco tiene carisma, eso que sirve para hacer un gran jalón entre el pópuli. Del PRI conozco que pueden alinearse y que son harto disciplinados, pero no alcanzo a ver la ideología de “los nuevos”.
Total, que antes, durante la hegemonía del PRI gobierno, como se decía entonces, entristecía al primer mandatario que su caballada estuviera flaca. Hoy, tiene que preocuparnos que la caballada de la oposición esté en los huesos. En tanto, dentro de las filas de Morena se presume contener varias corcholatas, dicho por el mismo Andrés Manuel, quien se auto nominó como el gran destapador.
Pero veamos: La corcholata zacatecana ya se quemó, no sé si por haberse opuesto al maravilloso trabajo de Alfonso Cuarón, cuando filmaba “Roma” en la Cdmx, o por la fama pública. Otro quemado para siempre fue la corcholata guerrerense. Ya ve usted, la corcholata capitalina de ascendencia francesa había perdido puntos ante el trabajo (y los afectos) de la otra corcholata capitalina de ascendencia búlgara lituana, pero ahora ya de plano el primero debe andar como El Señor tras su muerte y antes de la Resurrección: visitando los infiernos, y todo por culpa de una visita inesperada proveniente de Venezuela al que dicen, “no se le esperaba”.
La invitación del presidente cubano a la celebración de la Independencia Mexicana fue sólo un primer empujoncito hacia el abismo, pero lo ocurrido en la reunión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CELAC) debió dolerle al canciller justo donde la dieron el puntapié. Lo menos que se ha dicho de esto es que el presidente está mal asesorado. Se equivocan: habemos quienes no aceptamos sugerencias. Y si a lo anterior le suma usted las imágenes de los haitianos en ambas fronteras y el maltrato en México, ya entenderá usted los clavos de la cruz. Sin embargo, a mí nadie me quita de la cabeza que el señor presidente tiene un caballo negro (así se decía con el PRI gobierno) en la bolsa. ¿Será?
Periodista
De: Guadalupe Elizalde

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