lunes, abril 29, 2024

Por si un día te olvida… IdeasqueAcomodaneIncomodandeLorena

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Esta ocasión hablaré de un tema que no es fácil de tratar pero que está presente y amenaza con caer de sorpresa en cualquiera de nosotros, de nuestras familias, de los seres que amamos: el temible *Alzheimer*, esa enfermedad progresiva que afecta la memoria y otras funciones mentales y lo más terrible es que no tiene cura. Por ello quiero invitar a que conozcamos más sobre ella, por nosotros mismos, por nuestros padres, por nuestros seres amados.
Empieza con un deterioro de la memoria, dificultad para recordar ciertas cosas, olvidar cosas que parece que no son importantes, olvidar lo que se tiene que hacer, o aquello que se estaba haciendo, imposibilidad de medir el tiempo, cambios bruscos de temperamento*, *incapacidad para realizar las cosas cotidianas que se hacían, colocar objetos donde usualmente no corresponden, perderse en lugares conocidos, problemas para identificar objetos, palabras, también se presentan episodios de depresión, aislamiento social, desconfianza a los demás, creer que les roban las cosas, cambian los patrones de sueños y en su forma más grave, olvidan como respirar, como comer y quiénes son y quién es su familia.
Podría enumerar mucho más síntomas, pero no estoy dando una parte médica, solo quiero decir a quién observa estos patrones de conducta en un familiar, ya sea el padre, la madre, los abuelos, la pareja, tome en cuenta lo siguiente para tener una referente: la edad avanzada es factor de riesgo, más no forma parte del envejecimiento normal, puede intervenir el riesgo de padecerlo la genética y es más frecuente en las mujeres que en los hombres, también inciden factores como la falta de ejercicio, la obesidad, ser fumador, la presión alta, el colesterol, la diabetes, más no son condicionantes.
Lo que verdaderamente importa es que si nos damos cuenta que alguien presenta estos síntomas es el momento de arropar, de acompañar, de mirarle siempre a los ojos, de tomarle de la mano. La soledad es la compañía de los adultos mayores, se van volviendo invisibles, los dejamos solos con sus recuerdos, con sus historias, no escuchamos lo que nos quieren decir y ellos mismos lo van olvidando. Ponerles la música que les gusta, cuidar que estén en paz, no llevarles las contraria, evitar gritarles, no desesperarse cuando presente una crisis, vuelven a ser pequeños, indefensos, vulnerables y requieren de todo el amor, de toda la atención y la paciencia, prevenir es la mejor manera de no dejar que ese monstruo los devore, es vital poner a los adultos mayores actividades que los lleven a retos como cantarles su canción favorita, preguntarles por aquello que está en su interior, dejarlos que se expresen, abrazarlos mucho, hablarles, rodearlos de luz.
Reitero algo que no se debe dejar de hacer, mirarles a los ojos, siempre, a cada momento, quizá ellos se olviden de quienes somos, pero nosotros sabemos quién son ellos. Podrán olvidar un rostro, un nombre, una vida, pero el amor que sembraron está ahí, no morirá.
No sé si yo algún día me olvide de quien soy, de quienes son las personas que amo, por eso hoy quiero verme en sus ojos y que miren el amor que les tengo, sentir su presencia, caminar junto a ellos, decirles lo importante que son para mí, y que si llego a perderme en la oscuridad de la memoria, que insistan en decirme quien soy, que lo griten, que lo afirmen, que no permitan que la soledad me abrace, quiero mantenerme aquí, lúcida, fuerte, no quiero olvidarme de lo que soy, de lo que fui.
Por todos los enfermos de *Alzheimer*, por sus familias, no los abandonen, miren sus ojos, seguro que en esa mirada encontrarán ahí dentro a ese ser amado que vive y seguirá aquí.
Escribe: Lorena Reséndiz
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