Tras saludarles con enorme gusto, como es costumbre, pasaré a mi materia: estamos a media semana y desde hace dos, por lo menos, han pasado a segundo plano asuntos que a esta escribidora le duelen mucho. Por lo menos 77 personas fueron ejecutadas en la República Mexicana el día de ayer, Duelen los muertos, los secuestrados y asesinados en Nuevo León. Un nuevo grupo de autodefensa, en Pantelhó, ha surgido en Los Altos de Chiapas para defenderse del grupo armado “El Machete”. Hubo bloqueo de carreteras; se encontraron patrullas apócrifas en posesión del grupos criminales. Para coronar toda esta sarta de crímenes asesinaron a balazos a Hipólito Mora, en su tiempo uno de los líderes de las autodefensas de La Ruana, Michoacán. Sobre este asesinato, el “brillante” gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, argumentó lo menos importante: que ya se le había advertido que fuera a vivir a Morelia. Mi abuelita preguntó : ¿Y los demás que padecen violencia en la Zona Caliente de Michoacán? Esa zona está conformada por Apatzingán, Nueva Italia, Buenavista -aquí está La Ruana-, La Huacana, Aguililla, por mencionar algunos sitios que se han convertido en pueblos migrados, desolados, como la sequedad de la inclemencia.
Si bien el crimen de cualquier persona es infame, la de este líder regional guarda características en las que hay que detenerse porque tiene mucho de fondo. No lo balearon con poco para matarlo. Las armas de alto poder (fusiles Barrett) que se usaron en la emboscada no son fáciles de manejar. Se dice que por lo menos actuaron en contra de Hipólito Mora 25 sicarios y se levantaron más de mil balas del lugar. Como el blindaje no cedió, procedieron a incendiar su camioneta para obligarlo a bajar con sus escoltas, así los mataron y procedieron a quemarlos. Todo esto duró entre 25 y 30 minutos. A dos cuadras hay un centro de la Guardia Nacional y presencia de soldados que patrullan la zona. Ninguno se presentó al lugar para auxiliar a los 4 asesinados. ¿Usted le cree al gobernador de Michoacán que esto no quedará impune y se llegará hasta el fondo de la verdad? Nosotros no, porque de inmediato se culpó al grupo delincuencial de Los Viagras. ¿Quién los vio? Embozados, ¿cómo identificarlos? Quien afirma lo anterior debe explicar, o la GN recibió a un grupo armado que les advirtió no salir porque iban a matar a Hipólito (en esta caso son cómplices), o le sacaron al oír los tiros (y son omisos). O sea, esos guardias son los primeros culpables del asesinato.
En tanto, en la Cdmx, se había llevado a cabo el Amlo Fest . El presidente se festejaba el 5º aniversario de su entronización y no permitió a ninguna corcholata hacerle sombra. El acarreo (lo vi) fue brutal. Hubo pases de lista, lonches para los que llegaban desde temprano, abundaron los impresos de todo tipo y las grandes banderas. Total, un derroche millonario para demostrar, según Delfina Gómez, que ahí están quienes antes no tenían voz. Otra de las mentiras fundacionales del movimiento.
En un acto antitético, el Obispo de Apatzingán mostró su pesar y no sin razón afirmó en misa de 12, desde la catedral, que se dedicara al menos un día de duelo por las víctimas de la violencia que aquel domingo ascendieron a 159 mil 441. ¿Está fuera de lugar que un apóstol de la iglesia tenga piedad y ponga a Cristo junto a los que sufren? La piedad es lo contrario a la indiferencia que ha demostrado 5 años este gobierno. ¿Será porque el acompañamiento es de Dios y el poder corresponde al César? Me molesta que el gobernador Bedolla, “una lumbrera” de conocimiento y sensibilidad, le responda al obispo de aquella tierra triste que si quiere hacer política se quite la sotana. Porque entonces, hay que exigirle al presidente que se la ponga, si hablando de los oligarcas que “apoya” la iglesia (como si toda la iglesia fueran 2 prietos en el arroz), a quien llegaron a acusar de ser vocera de la delincuencia organizada. El Ejecutivo -en campaña- recordó que esos oligarcas crucificaron a Cristo. Esto ocurrió en La Mañanera. Y ese día pregunté a mi abuelita si también López Obrador sería la víctima en el caso del asesinato de Hipólito Mora. ¿Saben ustedes que hubo gente del crimen organizado amedrentando a la gente se presentó en el sepelio y entierro? Por eso en las fotos de prensa casi todas son mujeres. Hipólito acabó con los terroríficos Caballeros Templarios y lo hizo en 8 meses, con ayuda del gobierno que los armó, Luego se formó del Grupo de los 300 que parece cometieron desmanes; y de ahí derivaron Los Viagras. No hay vacíos en el crimen organizado, ni en el gobierno. Sigan ustedes festejando lo único que tienen: el poder.
Escribe Guadalupe Elizalde.
