Nuevamente la autopista cincuenta y siete se tiñe de sangre, hemos perdido la cuenta de cuántos accidentes siguen presentándose semana a semana, cuántas muertes se suman a la ya larga lista desde hace años que están haciendo trabajos en ella y parece ser que nunca terminan de repararla. Irónicamente, las rampas de emergencia no estaban en servicio y también que estas rampas de frenado están diseñadas para salvar vidas.
Es bien sabido que las rampas de emergencia son concesionadas y sus dueños tienen la libertad de cobrar su uso, los montos pueden alcanzar más de trescientos mil pesos por ende, muchos de los vehículos prefieren estrellarse con otros, derraparse sobre la cinta asfáltica que hacer uso de ellas, sobre todo los operadores de tráileres que pierden el control por exceso de velocidad, fallas, o cualquier otra situación que se les presente, prefieren estrellarse con otros autos que usar la rampa de frenado, muchos de ellos refieren que el seguro está vencido, la póliza que tienen no cubre ese costo y ellos no están en condiciones de pagar, pues su uso puede costarles un año de su salario ya que la empresa para la que trabajan no asume esa cantidad a pagar. Aunado al excesivo costo, las maniobras de las grúas para retirar la unidad, es más gravoso.
Por ello, refieren conductores de carga pesada que sus patrones les piden no usar la rampas de frenado ante un inminente accidente porque les sale más barato cubrir los gastos de este que el pago del uso de la rampa a Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) y la normatividad vigente, refieren que la rampa de frenado es una construcción que requiere de un diseño específico, de acuerdo a la orografía del lugar donde se encuentre, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana se establece que es obligatorio construir rampas de emergencia en las autopistas de cuota, pero los concesionarios alegan a su favor que los materiales para construirlas son bastantes costosos y su mantenimiento lo es más, en teoría, una rampa de frenado está diseñada para evitar accidentes y muertes y que no cueste dinero al que, por necesidad hace uso de ella.
Esto, por supuesto que no pasa, no se evitan accidentes y muertes por el costo que esto conlleva, también se habla de la mafia que existe entre los dueños de grúas, las maniobras para rescatar al vehículo que hizo uso de la rampa de frenado como jalar, arrastras y reacomodar el material cuestan mucho más dinero. Sin embargo, si se paga un seguro de peaje se tiene un seguro de autopista, la autopista de cuota no presta ningún servicio, pero si cobra la cuota.
El pasado nueve de marzo del presente año, la Cámara de Diputados aprobó el uso gratuito de las rampas de emergencia para transporte público y privado, sin embargo, establece que le corresponde a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, determinar las características y especificaciones técnicas de los caminos y puentes, considerar las rampas para frenado, así como su gratuidad a quienes cumplan con lo dispuesto en el artículo sesenta y tres Bis de esta ley, todo esto enfocado a disminuir la mortandad en las carreteras del país, sin embargo esto no está siendo aplicado hasta el momento.
Rampas de frenado deberían de existir en las carreteras de todo el país, con gratuidad, el costo lo deben de cubrir CAPUFE y Gobierno Federal.
Las autopistas de México son las más caras a nivel mundial, sumado a esto, también es reconocer que muchos de los transportes de carga están en malas condiciones, los choferes exceden horas de trabajo, así como de carga, mala señalización en la carretera, provocan accidentes mortales. Autopista cincuenta y siete, es una de las carreteras en las cuales circulan una gran cantidad de vehículos de carga pesada, muchos con exceso de dimensiones, con fallas mecánicas y humanas y la pregunta es ¿Qué se debe hacer para terminar su construcción, reparación, arreglos o simulacros y que la rampa de frenado sea no la panacea, sino algo real y efectivo que contribuya a la reducción de accidentes?
Guardia Nacional, me ha tocado ver que detienen a carros pequeños por cualquier motivo, mientras tráileres circulan a gran velocidad y no en el carril indicado sin que nadie los observe. Poner patrullas en puntos estratégicos de la cincuenta y siete, sobre todo en los puntos en los cuáles ocurren los accidentes mortales no sería la solución esperada, pero sí contribuiría a evitar mas víctimas de la corrupción y la indiferencia.
Escribe: Lorena Reséndiz
