viernes, mayo 10, 2024

#verdadesqueacomodaneincomodandelorena ¿Votar o no votar? He ahí el dilema

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Ésta y mis siguientes ntervenciones hablaré de algunos de los ex presidentes de nuestro país. Empezaré por decir que al llegar el día de las votaciones para elegir presidente de la república, mi padre se levantaba muy temprano, se bañaba, se arreglaba como si fuera a una fiesta y salía de casa al rayar el sol, mi madre lo miraba y le decía socarrona “parece que vas a recibir herencia” él no hacía caso y la miraba con enojo, algo murmuraba entre dientes, como yo era muy apegada a él, también me acicalaba, no con el mismo esmero, porque bañarse a las cinco de la madrugada, con agua fría y en Tlaxcala era para mí, la muerte. Llegábamos antes que nadie, mi padre se formaba muy propio, en un lugarcito, yo me acomodaba disfrutando un buen atole de masa y un tamal. Por supuesto que ni me interesaba la votación ni los resultados. Recuerdo con mayor precisión el gobierno de José López Portillo y Pacheco, aclaro que no soy fanática de ningún partido político, pero escuchaba decir a mi padre que cuando este personaje contendió en las elecciones presidenciales fue el único candidato, obviamente, ganó las elecciones con el 91.90 de los votos. Su lema “La solución somos todos” quedó en el olvido en su sexenio. Tenía yo diecisiete años cuando tuve la oportunidad de conocerlo en el estadio Tlahuicole de Tlaxcala, no olvido su saludo y la sonrisa, tenía manos grandes y suaves, pero daba un fuerte apretón, me pareció un hombre guapo, inteligente. Mi padre decía que es deber de todo ciudadano ejercer el derecho a votar, analizar muy bien, a quien se le dará no un voto populachero, sino un voto de confianza. Ahora sé que durante el gobierno de López Portillo, México logró ubicarse como el principal exportador de petróleo crudo, en 1979 la oferta de empleos fue mayor que la población, y se logró una suficiencia en maíz, arroz y frijol. Se restableció el poder adquisitivo, restableció relaciones diplomáticas con España, permitió la visita del papa y buscó soluciones dignas a los conflictos bélicos centroamericanos. Después de él la presidencia ha sido ocupada por otros personajes de los cuáles hablaré en futuras intervenciones. El punto principal de este tema, no es exaltar a un presidente que ha dado mucho de qué hablar como se ha hecho con todos, si del voto que ejercemos al menos cada seis años. Mi madre no votaba, aun cuando mi padre intentaba disuadirla por todos los medios, ella se mantenía firme, y aseguraba como si fuese una erudita en el tema que los puestos políticos son como los partidos de futbol, ya se sabe quién es el que va a ganar, esto molestaba a mi papá, para él, ir a votar era como un deber, se informaba, buscaba datos y me involucraba diciendo que mi responsabilidad como ciudadana es votar por la persona que sea la indicada para gobernar con mano firme, con valor y honestidad este país, si no lo hago, estoy permitiendo que otros se adjudiquen mi voto y darlo a quien les convenga, después de vivir bajo el mando de los sucesores de López Portillo y de votar por algunos, de creer en otros y llevarme tremendas decepciones me pregunto ahora ¿votar o no votar? He ahí el dilema, recordando las palabras de mi padre, votar es dar un voto de confianza y creo que me equivoqué, no tengo esa seguridad de haber dado mi voto a alguien digno de confianza. Maestra Lorena Resendiz

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