El pasado jueves reconoció en su homilía mañanera, que la inflación, sólo uno de los principales desafíos de su gobierno, ya que ha subido más que en sexenios anteriores. “Esto es nuestro desafío, la inflación, en los últimos tiempos se nos subió la inflación más que en lo más alto de Peña que fue 6.77%, aquí estamos 7.37% y en lo más alto de Calderón llegó a 6.53%”, dijo.
Claro, como siempre, trató de justificarse al asegurar que el alza en la inflación es un fenómeno externo, y según él, para demostrarlo, leyó una tabla con diversos porcentajes de inflación en la que México se encontraba en tercer lugar, sólo abajo de Brasil y Rusia. “Brasil trae 10.7% de inflación en noviembre, Rusia 8.40%, México 7.37%, Estados Unidos 6.81%”, señaló, y dijo esperar que el alza sea transitoria, pues que depende de muchos factores externos que se originaron con la pandemia de la Covid-19.
Pero las causas de estos cambios dependen tanto de factores externos como internos, algunos controlables y otros no, pues, la inflación es el incremento generalizado de los precios en una economía. Y ¿qué estrategias se han propuesto por su gobierno más allá de alentar a la población en general, de manera irresponsable, vacunados o no, a que salga a las calles y fomentar las aglomeraciones con fiestas, verbenas, conciertos y centros comerciales para reactivar la economía? Nada.
Por el contrario, al hacerlo “a tontas y locas”, por recomendaciones del supuesto zar anti-covid y agorero de cabecera del presidente, Hugo López-Gatell, se han incrementado los contagios y agravado las consecuencias de la pandemia. Los encierros y los cambios en hábitos de consumo, han generado una contracción sin precedente en la oferta de múltiples bienes y servicios en el país, y como es natural, ante una disminución en la oferta, los precios del mercado suben. Por lo tanto, la economía mundial está resintiendo presiones inflacionarias.
Otro factor (el externo, como dice López Obrador), es que según se ha informado, en Estados Unidos, nuestro mayor socio comercial y economía de la cual depende la nuestra, ejerció un importante estímulo fiscal, acelerando la máquina que imprime billetes, con miles de millones de dólares de manera artificial, incrementando el dinero en circulación, teniendo como consecuencia natural la pierda de su valor adquisitivo y necesitarse cada vez más dinero para comprar un mismo bien, es decir, suben los precios de las mercancías.
Finalmente, las malas políticas públicas del gobierno de la 4T, aunado a los graves problemas de inseguridad que se vive en varias entidades del país, como Veracruz, Puebla, Morelos y Zacatecas, gobernadas por Morena, han provocado una tremenda ola de pánico e incertidumbre, desacelerando industrias como la construcción, el transporte y las manufacturas, reduciendo como nunca los niveles de inversión extranjera, debilitando a nuestra economía y al peso, y provocando inflación en perjuicio de millones de familias mexicanas, a pesar de la insistencia del presidente, de que se compensa por aumento al salario mínimo. ¡Mentira!
Jerónimo Gurrola Grave
Dirigente Estatal de Antorcha en Querétaro
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