En estas últimas semanas las noticias sobre accidentes en la autopista 57 han sido devastadoras, no solo los daños materiales, desgraciadamente han cobrado la vida de varias personas, un niño de escasos ocho años se debate entre la vida y la muerte, con quemaduras de segundo y tercer grado porque un tráiler sin frenos impactó el auto familiar, sus padres con heridas graves y varias fracturas desconocen el estado crítico en el que se encuentra su pequeño, otras familias lloran la muerte de sus seres queridos, y así, cada semana uno o varios tráileres provocan serios accidentes en esta fatídica autopista y tal parece que no pasa nada, como si fuera algo común.
Si buscamos culpables sería desmadejar una madeja de responsables y de víctimas, nadie de las autoridades federales le preocupa lo que pasa. ¿Cuál es el papel de CAPUFE?, de su titular GENARO ENRIQUE UTRILLA GUTIERREZ si es bien sabido que su misión es recuperar el nivel de servicio en las carreteras a cargo de esta dependencia y su titular, que permita el traslado de personas y mercancías con una infraestructura carretera moderna, segura y DE CALIDAD, sin dudar esto parece no aplicar para esta carretera que a lo largo de su historia ha cobrado miles de decesos, ¿A quién reclamar? ¿Quién puede pagar? Acaso los usuarios saben que se cuenta con un seguro de protección hasta por dos millones doscientos veinte mil pesos conservando el ticket de pago. Lo que no se paga con ninguna cantidad son las vidas perdidas.
Pero aquí lo que considero relevante es mirar hacia los responsables, en su mayoría los camiones de carga pesada que parece pasan invisibles al circular, manejan a grandes velocidades, por carriles donde no deben hacerlo, exceso de dimensiones y de carga, aunado a esto las condiciones mecánicas del transporte, las condiciones de salud, físicas y mentales de los conductores, por comentarios con un chofer de transporte pesado que manejan con exceso de cansancio, con la prisa de entregar en tiempo y forma la carga que llevan, con limitantes en el trabajo. Podría escribir miles de párrafos sobre este tema, sin embargo como es mi costumbre, SOLUCIONES, la solución no está en mis manos, pero como usuaria de esta autopista puedo emitir lo que considero pertinente y que llegara a oídos de las personas y autoridades correctas.
Para empezar, lo primero es mantener LAS RAMPAS DE EMERGENCIA HABILITADAS, un error garrafal cerrar estas rampas conociendo la cantidad de accidentes ocurridos, SEÑALES VISIBLES, vigilancia de la guardia federal, policía estatal o quienes sean los responsables de detener a los traileros que viajan en carriles de alta velocidad y valga la redundancia a exceso de velocidad. Revisión Médica de los choferes en puntos estratégicos, si no están en condiciones de seguir, conminarlos a detenerse, reponerse antes de seguir. CERRAR el paso de estos vehículos en ciertos horarios, por ejemplo, que solo circularan los transportes pesados en un horario de 10:00 pm a 5:00 am, sé que es una utopía pero en la vida hay soluciones y los cobros en las casetas tienen los fondos necesarios para realizar los ajustes, las reparaciones, los arreglos necesarios para dar soluciones a esta necesidad de tener una autopista segura. No sé manejar, no tengo auto, en mi sano juicio no manejaría en esta carretera, pero soy usuaria, la utilizo para ir a mi trabajo, la utiliza mi familia y muchas más personas que salen pensando si van a regresar a casa, si no se toparan por ahí con un tráiler sin frenos, con uno a exceso de velocidad, con uno cuyo conductor vaya en malas condiciones, con un bache, una obra inconclusa, una rampa de frenado que no esté habilitada o con la mala suerte de encontrarse a alguien que no le importe la vida de los demás. ¿Quién podrá encontrar la solución? Estoy segura que la hay, ¿Pero, en manos de quién está?
Escribe:Lorena Reséndiz