CONTEXTO

El año que termina nos otorgó enseñanzas y nos invitó a descubrir que la vida es ahora. En ocasiones posponemos por temor, desidia o falta de interés, y con ello el tiempo, el Dios cronos nos devora a cada instante y nos quedamos sin la oportunidad de vivir. Desde la irrupción de la calamidad de la pandemia del Sars-Cov2 si el mundo era complicado, ahora lo es más. Los recuentos de los seres queridos que han fallecido, que no tuvimos la oportunidad mínima, humana de darles una despedida ante los protocolos de seguridad para contrarrestar este virus; Han pasado dos años y lo que creíamos que era el inicio del camino de la recuperación, de la búsqueda de una “nueva normalidad”, en nuestra vida cotidiana, laboral y de entretenimiento, todo se oscurece en el mundo con la aparición de la variante (una más de miles que vendrán) llamada ómicron. Es cuestión de revisar los encabezados de los diarios de Europa, y los Estados Unidos para perder la esperanza de una posible recuperación. Nos tocó vivir con la pandemia y nadie ni el que se considere o lo consideren el mejor especialista sobre este tema podrá decirnos que sucederá. La incertidumbre amenaza nuestra existencia. No queda más que desear que los efectos en la economía en la sociedad en la política tanto nacional como internacional no nos lleven a circunstancias apocalípticas, si es que ya las estamos viviendo. Por lo tanto, no nos queda más que adecuarnos a la circunstancia y fortalecer nuestros sentidos y ser más solidarios con nuestro entorno familiar y social. Ante las presentes y futuras olas de contagios nos debemos a atrever a surfear con buen ánimo, no nos puede detener este fenómeno por el contrario busquemos sacar los positivo de esto, como fortalecer nuestras capacidades y capacitarnos en todo lo posible, valorar la compañía de nuestros seres queridos y si tenemos la oportunidad de trascender este calamidad, ser mejores personas en todos los sentidos. Pero también les recuerdo que todo lo anterior no nos impida valorar la vida y disfrutar da cada instante y de lo luminoso disfrutar y valorar y de los gris tendiente a lo oscuro aprender y sacar lo valioso. Es tiempo hoy más que nunca de sacar nuestra fuerza oculta y descubrir ante la adversidad que todo es posible cuando se encuentra un sentido a la vida. Les deseo lo mejor para el 2022. Será otro año con escenarios complicados pero también con buenos momentos que nos esperar. Luchemos por ello. Trascender y solidarizarse son buenos elementos para lograr un buen 2022. Mucha Salud, y Buenas Lecturas para todos. Un abrazo y ¡Todo bien! Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
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