jueves, noviembre 21, 2024

De cómo pasa todo, mientras no ocurre nada Por si no lo sabía…

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Querid@s lector@s, los saludo con mucho gusto en este mes que debiera ser de amor y gratas compañías; estamos en diciembre aún con pandemia, aunque con cifras a la baja. Pero apenas nos destensamos ya viene de Sudáfrica el mismo virus Covid pero ahora con varias mutaciones. Hablamos del Ómicron, bicho que más bien tiene nombre de malandro de video juego, de esos con los que mi nieto se entretiene y se pierde. Claro que como ciudadano una espera que a las autoridades mexicanas de mando y de Salud, ni se entretengan ni se pierdan explicando qué debemos esperar de esta nueva cepa. Bendito Dios el Ejecutivo del país se refirió a éste diciendo que ya había casos que obviamente se replicarían por el mundo, si no, el doctor Alcocer (titular de Salud) hubiera negado la inminente llegada de esta mutación en aras de que la prensa mexicana no hiciera chisme de la verdad, como aseguró en una reunión que no resultó ser tan privada. El 2 de este mes se detectaron casos de Ómicron en Estados Unidos, o sea, aquí en el patio de casa, y el 3 de este mes se publicó que, al menos, había un caso en México. Se trató de un hombre que sintiéndose mal y con trazas de tener Covid, acudió a un hospital privado para atenderse. Ese mismo día, la Secretaría de Salud dio la alerta: El Ómicron es más transmisible, y por primera vez se dieron a conocer los posibles síntomas. Digo posibles porque bien a bien se sabe poco, sólo que son distintos al del Covid-19 y menos severos. Sin embargo, esta pandemia nos ha mostrado que el virus ataca a los órganos que ya venían fallando. Es más delicado cuando se contagia a enfermos con un padecimiento degenerativo, o adquirido por descuido como es el caso de los fumadores o de los obesos con diabetes. Por más o menos distinto que actúe Ómicron, no veo por qué estos parámetros ya probados ganen invalidez ante la nueva cepa. Lo mismo ocurre con los cuidados sociales que debiéramos mantener vigentes en estas fechas que invitan a convivir. Tenga usted todo el cuidado que pueda. Acuda a vacunarse si los llaman a hacerlo y están listos lo de la 3ª edad para recibir su refuerzo. El 6 de diciembre EEUU decidió que sería mejor echar a andar su programa “Quédate en México”, que afecta a todos, pero va dirigido a los migrantes. Le platico: hace 3 días realicé un viaje corto y llegué e la Central Camionera de la Cdmx, al salir, en la banqueta había una familia de lo que parecían haitianos. Lo primero que saltó a mi vista fue la falta de ropa necesaria para hacer frente al frío que se sentía aquel anochecer en la megalópolis. Hablo de 5 niños tres mujeres, de las cuales una era mayor, y dos hombres. Todos los adultos tenían la mirada perdida, como aquella de quien ignora quién es en esta tierra para ellos desconocida. No había maletas, sino ropa atada en 3 hatillos altos, como de 80 centímetros. En es momento me cayó todo el peso de la información que hemos venido dando en esta columna acerca de los fenómenos de la dos migraciones: la interna y la externa, que azotan a este pobre país. Los hatianos a quienes veía en esos momentos era una célula representando a los cientos de miles que están tratando de llegar a Estados Unidos, nuestro vecino que se niega a recibirlos. Por eso los deja en México, cierra sus fronteras a una población que invade las ciudades a donde llega. Arriban con lo que traen puesto, sin trabajo, sin vacunas, escuela, sitios para comer etc., etc. ¿Nosotros tenemos forma de colmar sus necesidades? No. Por eso he dicho que este problema migratorio externo, es una bomba de tiempo, y se está dejando a los gobernadores de los estados arreglárselas solos. El crimen organizado campea en todo el país como una amenaza cierta sobre de ellos, la pobreza los ronda también con su secuela de enfermedades. Estamos por recibir una cuarta ola de pandemia de la que sabemos muy poco y acaba de improvisarse ahora, en el cuarto año de este gobierno, que sea el Ejército Mexicano quien reparta los medicamentos en todo el país. Dice el señor presidente que “hubo corrupción en los canales de distribución” y esto se usó contra su gobierno. ¿Y ahora se dan cuenta? ¿Cómo repartir lo que no se tiene? Guadalupe Elizalde

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