Estamos tratando de recuperarnos de una pandemia que ha dejado miedo, tristeza, dolor, familias fragmentadas, y cuando parece ser que se respira un aire distinto, nos damos cuenta que la humanidad no aprendió la lección. Estamos inmersos en la violencia en la destrucción del hombre contra el hombre, del ser humano contra todo ser viviente, como si la consigna fuera la aniquilación de la especie. En todo el planeta el virus del Covid-19 dejó una estela de muertes, el encierro forzoso, el uso de un cubre bocas que calló las voces, hospitales insuficientes, cementerios que no alcanzaban para sepultar a los fallecidos, desabasto de algo que no era común entre la población usar, tanques de oxígeno. Se disparó la venta de productos que aseguraban detener el virus, el miedo a contraer una gripa, a toser y estornudar en público, escuelas que cerraron sus puertas, personas muertas en vida por el miedo.
Cuando parecía que habíamos llegado al límite y que una luz de esperanza llega a esta humanidad que sobrevivió a la pandemia, una guerra amenaza con crear más caos más conflicto, más muertes, por la soberbia de hombres que se creen dueños del mundo, pensamos que esto sucede muy lejos de México, no hemos pensado como esta situación afecta directamente a nuestro país, a la economía de los mexicanos, incrementos importantes en gas y gasolina se avecinan, esta administración importa la gasolina de Estados Unidos, por lo que el alza de los hidrocarburos en los mercados internacionales dispararía una inflación y aumentaría las tasas de interés de manera general.
El sistema agrícola será impactado, en la compra de fertilizantes, nuestro país es un gran consumidor de éstos, pero lo más grave es el valor del peso mexicano, la deuda pública del país está comprometida con organismos internacionales, viene una serie de alza de precios que pueden agudizar una inflación que impactará directamente a la canasta básica, Rusia y Ucrania son el granero del mundo producen más del 20% de la producción total de maíz, trigo y soya de la tierra por lo tanto, el precio de la tortilla empieza a aumentar, por otra parte Rusia ha enviado millones de la vacuna Sputnik, dejar de enviarla sería perder a un gran inversionista. Y no solo producen granos, también aluminio, petróleo, gas paladio, madera suministros que todos los países necesitan para su producción automotriz.
Esto, a nivel mundial, dentro del país, olas de violencia en estados de la república generan terror entre la población, desaparecidos, inmigrantes que han causado zozobra, temor,
Aunado a esto, también una crisis humanitaria, desplazamientos forzados, balaceras en funerales, cuerpos desmembrados en diversas partes, indiferencia por parte de autoridades, de la misma población, una revocación de mandato que parece una guerra entre partidos, partidos de futbol que han desatado la barbarie, enfrentamientos de malos contra malos o malos contra buenos ¿Quiénes son los malos? ¿Quiénes son los buenos? ¿Qué necesitamos para entender que somos parte de un mundo que no merece esta plaga en qué se ha convertido la raza humana? Me preocupa lo que pasa entre Rusia y Ucrania, pero me duele lo que se vive en mi país, ahora que regresamos a clases, duele darse cuenta de lo que se vive, la falta de conocimiento en los alumnos, la intolerancia de los padres, la falta de interés por aprender, para no caer en la ignorancia , para no ser parte de las estadísticas, para entender que las guerras no se ganan siendo títeres de unos cuántos, ¿Cómo evitar que más y más niños y jóvenes caigan en el consumo de las drogas? Leyendo, informándonos, tomar decisiones, ser asertivos, críticos, responsables y sobre todo cultivar el RESPETO respetar la vida, la naturaleza, los animales, las reglas, los compromisos, la palabra, respetarse a uno mismo y saber qué hacer y cómo se debe hacer.
Escribe Lorena Reséndiz
