Cuando falleció la reina Isabel hubo contingentes para darle la despedida, protocolos reales y demás parafernalia mediática. Los medios se enfocaron en el cadáver, que fue el centro de atención mundial. Cuando murió mi amada Reina apenas si tuve con que enterrarla, varios de mis amigos y yo la velamos en el patio de mi casa, repartí café y galletas. Periodistas de todo el mundo acudieron al evento en la catedral para despedir a la monarca, todo el mundo pendiente de ella, memes y selfies, filas de gente circularon alrededor de ella. En el caso de mi querida sólo fuimos seis personas quienes le dimos la despedida, sufrió algo antes de fallecer, sus quejidos me rompían el alma, pobrecita de mi adorada . . .si, para mi era más importante que esa reina que trató tan mal a la princesa Diana, mi Reina no maltrató a nadie en su vida, sólo dio alegría a mi y a los que tuvieron la dicha de conocerla ¡ pobrecita ¡ nunca dañó a nadie . . .recuerdo como movía la cola mi perrita Reina, ella si merecía honores y ahora tendré que enterrarla en el patio de tierra, pues no tengo para cremarla.
Escribe: Fernando Roque Soto
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