El mar viene, va . . .
columpia a los peces
en su regazo de tiniebla,
hace sortilegios con la espuma;
enamorado de la luna
la corteja con sus olas en pleamar . . .
mientras elabora ramas de coral
una caracola aprisiona su silencio.
La noche lo va cubriendo
con un velo de estrellas marinas,
son las perlas su lamento
vuelto esfera en su interior;
misteriosamente el mar
envuelve mil historias en sus pliegues
y es vida al ser morada
y muerte cuando rascan sus entrañas.
El mar viene, va . . .
Escribe: Fernando Roque
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