Hace tiempo que el Presidente dejó de formar parte de las filas de los seres de razón, pero ahora se ha agravado, ya perdió todo pudor y vergüenza. Hizo una declaración que lo exhibe como un hipócrita y un cínico. No caigamos en su estrategia de que toda crítica se responde con una recopilación de adjetivos; procuremos argumentar tan graves acusaciones. La declaración fue la siguiente: ““Ayudando a los pobres va uno a la segura. Ya saben que cuando se les necesita se cuentan con el poyo de ellos, lo que no pasa con los sectores de la clase media. No es un asunto personal. Es un asunto de estrategia política”.
Su lema de “Primero los pobres”, no quería significar que su gobierno trataría de combatir las carencias y la desigualdad. Por supuesto que no, “Primero los pobres”, es para primero ganar las votaciones. Decía mi maestro Campillo: “hipócrita es el que tiene cara de lunes con intenciones de sábado en la noche”. El Presidente ponía cara de servir a la gente pero su verdadera intención utilitaria es servirse de ella. Y su estrategia ha sido un éxito, según los datos del INEGI y el Coneval, la pobreza en el país ha aumentado en este gobierno y el ingreso per cápita es menor ahora que hace cinco años. En otras palabras la clientela ha aumentado.
Y esto no significa que estemos en contra de los programas sociales, lo que es aberrante es que las ayudas financieras, están encaminadas a ser paliativos pero el propósito es que no susciten cambios estructurales. lo que podría sacarlos de pobres cuando de lo que se trata es de mantenerlos pobres para así seguir lucrando políticamente de ellos.
Todavía algún fanático podría tratar de defenderse argumentando que esa declaración se le chisporroteó al Presidente, pero que realmente su gobierno ha pugnado por abatir la desigualdad. Por supuesto que no, su declaración es congruente con todo su discurso encaminado a denostar a los aspiracionistas y contra lo que quieren ir al extranjero, porque lo único que les enseñan es a robar. De lo que se trata es de combatir cualquier intento para que dejen de ser “mascotas”.
La declaración además de cínica es hemisféricamente tonta. Imaginemos que Miguel de Cervantes Saavedra incluye una plática de Sancho con el Quijote. Sancho le dice que lo siguió por su cruzada de desfacer entuertos y por su hermoso amor a Dulcinea. El Quijote lo desmiente. “No, Sancho, yo no tomé la lanza para ser caballero andante sino como asaltante de caminos”. Sancho, sorprendido le recuerda a don Quijote cuando le enviaba esos hermosos mensajes a Dulcinea. “Dulcinea, Oh amada mía! enemiga de mi sosiego”.
El Quijote suelta la carcajada. “Eres muy inocente Sancho, nunca estuve enamorado de Dulcinea, lo que pasa es que yo la quería reclutar porque en un lugar de la Mancha soy traficante de personas”.
El Presidente reveló su personalidad: Hipócrita cínico y, lo peor de todo, una desvergüenza tonta.
Escribe: Edmundo González Llaca
