domingo, noviembre 24, 2024

No son desechables ¡Son geniales! #IdeasqueacomodaneincomodandeLorena

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* H*oy se celebra nada más y nada menos que el ¡DÍA DEL PERRO! Y lo escribo así con mayúsculas porque es importante tenerlo en cuenta. Creo que muchos mexicanos tienen como mascota un perro, algunos tienen más de uno, otros han tenido alguna vez un perro.
Lo que aún no puedo entender es cómo hay seres tan espeluznantes que se atreven a maltratar, abandonar, mutilar y asesinar a estos animales que demuestran tener más humanidad y corazón que el humano. Solo hay que ver sus ojos cuando te miran, demasiado amor, fidelidad, respeto y perdón. La semana pasada me enteré de una noticia que me dio tristeza y mucha rabia e impotencia, una joven publicó sobre una perrita que rescató de una comunidad, refiere que vio a una perrita en una casa, el pobre animalito ya no podía ni sostenerse en pie, estaba en los puros huesos, tocó la puerta y salió una mujer que no debería llamarse persona, le preguntó si era de ella y respondió que sí, que le habían dicho que los perritos chihuahua son buenos para los niños con asma, pero que como ya no la necesita la echó a la calle y ya no le da agua ni de comer para que se muera.
No soy ni he sido una persona violenta, pero si hubiera escuchado a esa mujer no sé qué le hubiese dicho, la chica recogió a la perrita y la trajo consigo, la llevó al veterinario y por redes sociales publicó la foto y pidió ayuda para tratar de salvarla, hubo respuesta y Candy como la llamó se recuperó satisfactoriamente y ahora está con una familia que le el amor que merece. Me ha tocado ver a personas que abandonan a sus perros porque ya no los quieren, les estorban y no sé porque existe gente así, dicen que cada uno da lo que tiene en el corazón, no quiero imaginar que tienen en su corazón esas personas que abandonan o maltratan a un animalito que les da amor, alegría, compañía, que confía, que sabe que es su familia. Es doloroso ver a tanto perrito deambulando por las calles mendingando un alimento y solo reciben rechazo, golpes.
Que terrible es en estos días de intenso calor ver a los perritos en las azoteas, sin agua, sin alimento, porque a los dueños se les olvida, ¿Quién rayos tiene un perro para tenerlo en esas condiciones? Hemos perdido sensibilidad, los perritos no son de juguete, no son desechables y se pueden tirar cuando estorban o no los queremos más en casa. Observemos cuando visitamos a una comunidad o lugar la cantidad de perritos deambulando, la gente los corre, los golpea, los envenena, la culpa de su situación es de los dueños que actúan como verdaderos animales irracionales. Deseo que quien lea estas líneas no haya alguna vez abandonado, maltratado o tener un perrito en la azotea y en condiciones de miseria y que tenga el corazón para adoptar un perrito, llevar un poco de agua y croquetas y dejarlas en lugares estratégicos, para calmar un poco el sufrimiento de estos animalitos, buscar la manera de contribuir a esterilizar a las perritas que vagan por las calles, si todos como sociedad pensante, humana y con sentimientos de bondad y amor tendríamos respeto por los animalitos que también son merecedores de una vida digna, que demuestran tener mejores sentimientos, que si pudieran hablar nos dirían el inmenso amor que sienten por sus dueños, el mejor lenguaje es su colita, vaya manera de moverla cuando nos ven llegar, el ladrido inconfundible cuando saben que somos nosotros los que llegamos, como cambio ese ladrido cuando es alguien desconocido que llega a casa. Tengo dos perritos adoptados, son chihuahuas, Kyara y Leo, desde que llegaron a casa, la vida cambió, son esa parte de la familia que está presente, que hace falta, que hace que todos los días sean diferentes, Leo es un atrevido, si ve perros más grandes que él no se amedrenta y se siente una fiera, en cambio Kyara es dulce, tranquila, elegante, pero si alguien se me acerca, se convierte en un energúmeno.
Son fanáticos de dormir en los sillones de la sala, no hacen travesuras, no han roto los sillones, son juguetones, sobre todo Kyara que tiene una colección de peluches y pasa horas entretenida con ellos, Leo es amargado, no sabe jugar, solo quiere estar comiendo y descansando. Mi primer perro se llamó Yoni, un pastor alemán que era el guardaespaldas de mi padre, cuando se iba de farra, el Yoni no llegaba a casa, lo esperaba a la orilla de la carretera para sujetarlo de la chamarra cazadora que mi padre usaba como si no tuviera otra cosa que ponerse y lo llevaba a casa, arañaba la puerta y cuando veía a mi padre entrar suspiraba y se dormía en el lugar que le pertenecía.
Hoy que es el día del perro, me gustaría que a manera de reflexión pensaremos en ideas, propuestas para que se haga una ley que proteja a estos animalitos, que se creen espacios donde atenderlos medicamente, con alimentos y cuidados, que la sociedad acudiéramos a visitarlos y llevarles alimento en un lugar seguro, pero es mucho pedir ¿Verdad? También muchos animales de dos patas tienen en los asilos a sus padres y no los visitan, que se puede pedir para estos animalitos.
Aun así, sigo insistiendo, no seamos inhumanos, tengamos respeto y amor por los perritos, quizá cuando dejemos este mundo, sea nuestra mascota quien nos ayude a cruzar el Mictlán, quien fiel guíe nuestros pasos al final del camino.
¡Feliz día del perro!
Escribe: Lorena Reséndiz
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