Más de tres años hace que dos hermanos: José y Joel Arias Rivera, como hemos denunciado múltiples ocasiones, reclamaron ante un juez una parcela de 2.5 hectáreas ubicadas en la colonia Altos del Pueblito, La Negreta, Corregidora, sin ser de su propiedad. La tuvieron que regresar a su dueño, el señor Elias Zúñiga Campos, como consta en documento notariado, por no haberlo pagado, de 9 hectáreas que inicialmente le compraron. De esa superficie recuperada el señor Campos regaló pequeños lotes a familiares y el resto la vendió al Sr. Alfonso Ramos, y él a un grupo de aproximadamente 50 familias. “Por alguna razón” el juez sentenció que los especialistas en vender y revender los mismos lotes en varios asentamientos en los municipios de Querétaro, El Marqués y Corregidora (de esto hay pruebas), eran los dueños.
El señor Ramos ha hecho todo por demostrar legalmente su propiedad pero nada le ha valido. Los señores Arias, a pesar de haber sido procesados por delitos de fraccionamiento ilegal y estafar.gente, siguen haciendo de las suyas, ahora despojando de sus lotes y viviendas a familias indefensas con aprobación de algunas autoridades municipales, incluidas otras 50 personas que presentan contratos de compraventa firmados por los hermanos. Curiosamente cuando las familias son depojadas y agredidas física y verbalmente, en su desesperación llaman a la policia, esta acude pero a respaldar a los agresores.
Llama también la atención que trece familias que desde hace años pagaron sus contratos a la CFE para tener energía eléctrica, no se les ha instalado porque a decir de los trabajadores de esta dependencia, tienen miedo hacer las conexiones en las viviendas por temor a ser agredidos por estos señores y que a pesar de que la colonia cuenta con servicios de agua potable y drenaje, a pesar de que 100 de estas mismas familias han solicitado estos servicios en el municipio y la Comisión Estatal de Aguas (CEA), el resultado ha sido el mismo, no les resuelven “porque no tienen autorización de los señores Arias”, violando sus derechos humanos.
A todo esto se agrega un hecho suscitado la tarde del sábado 11 de septiemre en la colonia Benito Juárez, también antorchista y al lado de la colonia mencionada, que casualmente me tocó presenciar. Una persona afín a alguno de los funcionarios del gobierno municipal panista que encabeza el alcalde Roberto Sosa Pichardo, así lo presume ella, que se niega a colaborar en las faenas, actividades y cooperaciones que se hacen colectivamente para pagar a la CFE y al propio municipio, la obra de energía eléctrica, por ejemplo, bastó con que hiciera una llamada telefónica acusándo de agresión a la dirigente municipal que allí tiene su domicilio, para que en menos de cinco minutos aparecieran aproximadamente 40 policías antimotines tipo “Rambo” en varias patrullas, para, como de película, sitiar la colonia y revisar casa por casa y ubicar a la “peligrosa” dirigente del antorchismo.
Todo esto y más pasa en Corregidora, que de acuerdo con Consulta Mitofsky, aparece entre los tres primeros lugares mejor evaluados del ranking en el país, y en la primera posición de aprobación de los alcaldes de su partido a nivel nacional. Quienes hacen estas encuestas les preguntarán a las familias pobres que carecen de vivienda y víctimas de discriminación y maltrato, qué opinan de sus autoridades?
¿Por qué si los antorchistas hemos dado pruebas de más, de querer trabajar coordinadamente con las autoridades de manera pacífica, buscando siempre el diálogo y la cordura para hacer más en beneficio de los corregidorenses, recibimos un trato agresivo, discriminatorio y se niegan los servicios más elementales a la población organizada por parte de las autoridades municipales, mientras se alienta y protege a quienes violan los derechos de los más humildes, se les agrede y se despoja de sus propiedades? El conflicto de la colonia Altos del Pueblito no es un conflicto entre particulares, es un conflicto social y la autoridad debe intervenir:
Jerònimo Gurrola Grave
Dirigente Estatal de Antorcha Campesina
[email protected]
@jgurrolag1