domingo, abril 28, 2024

Por si usted no sabía… Entre la libertad de información y “Benito”

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Muy buen miércoles tengan las y los lector@s que pasan por estas líneas y nos regalan su tiempo y atención. Vamos a hablar de cosas serias –exige mi abuelita- pues le platiqué que quería dedicarle un espacio al traslado de la jirafa “Benito”, pero ante lo acontecido a la comunicadora Azucena Uresti (Milenio), el rescate humanitario que unió a la sociedad, puede esperar.

Existen males mayores y menores en el país, un mal mayor es hacer de la libertad de prensa un trabajo de alto riesgo. ¿Por qué? Significa que la comunidad, o entre ésta y quienes detentan el poder, legal o ilegalmente, están en desacuerdo con los hechos que se publican.

Ejemplos hay muchos, Castillo, en Perú, tomó por asalto la emisora PBO. Maduro cerró la cadena televisora VPITV y con ella sumó 86 medios cancelados por denunciar los considerados abusos del régimen venezolano. Waldo Fernández fue solo uno de muchos periodistas en Cuba que tuvieron que salir, ir a prisión o ser asesinados mientras se establecía en régimen comunista de Fidel Castro. Este mismo periodista declaró en Madrid (Reporteros sin fronteras): “El acceso a fuentes gubernamentales es imposible y muchos compañeros trabajan con seudónimos porque tienen miedo a dar la cara”. Una mujer cuyo nombre ficticio es Ariel Rodríguez, es la única nicaragüense que pudo escapar del país en donde Ortega “encarceló a toda la oposición”. No se requiere ser sabio para concluir que los hechos expuestos –reales o no- disgustan a sus autores. Vivir en una democracia tendría que concluir en una investigación seria que devenga en demanda y respuesta del o los aludidos. En Nicaragua existe una ley 1055 que considera “traición a la patria, cualquier información crítica con el régimen, publicada dentro o fuera del país”, lo que convierte a mi abuelita en una traedora de notas.

El caso más extremo es Rusia. Putin, en 2021, disolvió la ONG Memorial del país, que se dedicaba a estudiar el régimen de Lenin y Stalin, cuando se asesinó a millones de personas, a veces por simple sospecha y sin necesidad de juicio.
Entre más perverso o dictatorial es quien ejerce el poder, menos ruido necesita alrededor. Cuando un régimen así avanza, más larga se hace la mordaza.

No sé si usted se ha fijado en la primeras planas de los diarios y si ustedes tengan tiempo y la paciencia de hacerlo. Hay quienes lo hacemos porque es nuestro trabajo, y tristemente vemos como los grandes diarios llamados “Nacionales” han cedido, como decía Obregón, con los cañonazos que se lanzan desde el gobierno; lo que todavía no aclaro (investigo) es si sólo ha sido por dinero (en algunos casos menores, sí); pero también pude ocurrir que la Fiscalía le sepa “algo” constitutivo de delito a los dueños de los grandes diarios y éstos hayan preferido no tener más problemas. También pudiera ser que la forma de gobernar de Andrés Manuel López Obrador haya convencido a muchos de que éste es el camino óptimo para el país; para frenar los delitos, evitar los grandes fraudes, castigar a los culpables; sacar a la luz quién es responsable directo de los hechos de Ayotzinapa; quiénes están detrás del negocio del balastro del Tren Maya; o detrás de los permisos otorgados por los cuates de Claudia Sheinbaum al Colegio Rébsamen. Sería hermoso que la sentencia que dictó el ex ministro de la SCJ, Arturo Saldívar Lelo, se publique y circule en todas las redes. En ella dice que los medios fueron víctimas de un montaje realizado por la agencia que dirigió el presidiario García Luna, quien acercó como nunca al gobierno con el narco, aunque esto comenzó con los llamados “dobles agentes” que trabajaron con la DEA o encubriendo a la DEA, como Manolito Bartlett. Le digo Manolito por el respeto que le guardo, y no como el PG díjole Susana a Azucena Uresti, pretendiendo que ni la conoce. Esto tiene un nombre: “ninguneo”; y también se lo hizo a la exsenadora Xóchitl Gálvez.

Si su servidora fuera Ciro Gómez Leyva, Loret de Mola, Joaquín López Dóriga, Carmen Aristegui o muchos otros como Krauze o Alemán, preferiría estar en el lugar de la jirafa Benito, oteando los nuevos olores en un sitio donde la atienden médicos muy sabios, donde no le faltará libertad, podrá socializar, ser medicada y comer a sus anchas, sin tener que volver a sentir las heladas que el clima le lanzaba a diario, sin que Benito tuviera para dónde hacerse. Sólo pedimos mi abuelita y yo un favor: No vayan a inventar que a la jirafa chihuahuopoblana le pusieron Benito por Benito Mussolini.

…Y no me iré sin subrayar que las colonias que están sin agua en CDMX son las que no votan por el gobierno actual, y así, lo harán menos. Muy mala táctica de Martí Batres, pero es lo que hay.
Escribe: Guadalupe Elizalde

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