viernes, noviembre 22, 2024

Por si usted no sabía… Muñoz Ledo y sus muchos Méxicos

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Santiago de Querétaro, a 13 de julio de 2023.- A Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, lo traté de cerca siendo una reportera que comenzaba a entender las lides políticas, cuando el Frente Democrático abandonó el PRI y crecía la figura de Cuauhtémoc Cárdenas como presidenciable.

Siempre fue el mismo: memorioso, culto, definitivo, lapidario, temible polemista y claro, “ave de tempestades” como le apodaron; un hombre de sus muchos tiempos y siempre condescendiente con quien(es) sabían acercarse a él de buena fe. Al fin y al cabo había elegido Francia para hacer su maestría y ampliar sus horizontes, pues perteneció a una generación que él mismo definió como ecléctica. Decía que ese grupo correspondía a los mexicanos nacidos entre 1928 y 38, siendo el mayor Carlos Fuentes y el menor, Carlos Monsiváis. Este grupo se vincula a través de lecturas y discusiones sin fin, ya que vienen desde casa de una cultura oral, comparten maestros y coinciden en talleres de formación política.

Todavía en México se tenía la impronta de la familia: sus padres, ambos maestros, solían leer a sus hijos para mejor compartir el acendrado nacionalismo que cultivaban, dicho por él mismo; sus padres fueron alumnos de Vasconcelos y se educaba entonces en el valor de la escuela (como vía de ascenso), alumnos perfeccionistas y meritocráticos. Sobre esto solía afirmar que le fue muy mal con esto de recibir un estímulo si hacía lo correcto; en la vida muchas veces se preguntaba “¿Y mi paleta?” Si, el hombre persiguió la presidencia al menos dos veces: una con Echeverría (fue subsecretario de la oficina de Presidencia) y otra con López Portillo (consultor del PRI y encargado de la campaña presidencial).

Porfirio Muñoz Ledo, durante el periodo de Díaz Ordaz dijo :“Con la más estricta objetividad podemos afirmar que los conflictos sociales que tuvieron lugar en México y que llegaron a poner en peligro la paz pública no dejaron como saldo el más mínimo incremento de poder o de influencia en favor de quienes se oponen a la transformación acelerada y a la autonomía del país”; el entonces político tricolor contaba con 36 años.

Aunque su voz levantó rechiflas, hay que ubicar que estaba viviendo el México autoritario donde sólo la voz del presidente podía escucharse y no podía hacer crítica alguna ni traicionar al partido hegemónico. En realidad, él confirmaba a la oposición que por el camino de la violencia no llegarían muy lejos. Quizá desde esos años comenzó a perfilar una manera de realizar elecciones democráticas en México, porque fueron patentes su intromisión en la construcción del INE (IFE), y con Fox, en la conformación del Instituto de Transparencia. Ambos avances han querido borrarse de la faz del país en este gobierno de la 4T con el que murió confrontado.

En 2019, durante una participación en la Cámara, Muñoz Ledo se dirigió a un legislador del pleno a quien le dijo: “revise el reloj porque está marcando progresivamente”, y aclaró, “cuando es una ley antigua y los transitorios son desmesurados y contradictorios, hasta los aparatos se sonrojan”. Tras lo anterior, Muñoz Ledo se dirigió a la diputada Dolores Padierna, sentada a su izquierda y comentó, “chinguen a su madre, qué manera de legislar”, esto sin haber cerrado previamente su micrófono. Mejor que no alcanzó a ver cómo querían los morenistas impulsar las iniciativas presidenciales (plan A y B contra el INE).
Ante sus ojos, la serpiente del PRI/Morena comenzaba a morderse la cola: el legislativo morenista volvía a arrodillarse ante su caudillo, quien en boca de Porfirio pasó de ser un “líder iluminado” a la cabeza de un “narco gobierno”, al que definió antes de morir como “el verdadero reto que debe enfrentar México, bajo pena de desaparecer como nación”. 2020: “Es infame que en esta Cámara sólo se aprueben las reformas constitucionales que envía el Ejecutivo y no las que presentamos los diputados al Congreso de la Unión …
Me voy, que quede aquí, y no les dejaré pasar una más. ¡Hipócritas!”, dijo a los legisladores de la 4T. Otra de sus frese fue: “Simplemente la relación entre poder público y poderes fácticos en América Latina es dramática con las guerrillas, los asaltos, el narcotráfico y el crimen organizado”. En un debate con su amigo Cuauhtémoc Cárdenas le espetó: “La principal virtud de un político es la congruencia. Se puede tener el poder y no pasar a la historia y pasar a la historia sin tener el poder. Y más vale jactarse de lo que se ha sido, que jactarse de lo que se ha querido ser”. Otra: “Si no reducimos la corrupción esto va a ser un golpe muy fuerte a la esperanza de la gente”.. La última expresión es quizás la que más me golpeó: “Releo a Sartre, el ser y la nada… Ya no me atormento, la muerte es uno de los instantes que siguen a la vida. Ahora soy mejor cristiano que antes”.
Escribe: Guadalupe Elizalde

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