Dígame usted, estimado lector, ¿en qué caso, o país la información brindada por un delincuente adquiere mayor credibilidad que la proporcionada por la autoridad estatal? ¿Cuál puede ser el perfil de un país, cuando su destino está en las manos de un sujeto o de una mujer tan mendaz? A todos los males que nos aquejan hay que agregar los cuentos que se inventó el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, quien de tanto hablar (¿nerviosismo?) se fue pisando la lengua, como si el apéndice bucal creciera conforme llena con palabras lo que la verdad derrumbó.
Y fíjese que mi abuelita y yo nos acordamos de lo que el ex presidente Amlo pensaba de los “montajes” y cómo estuvo machacando 6 años el hecho de que el ahora condenado García Luna hubiera montado las escenas de la aprehensión de la presunta secuestradora Florence Cassez y su cómplice Israel Vallarta. Igual molió a Loret de Mola por haber mandado a sus reporteros a cubrir dicho montaje. Exponía que ambos eran cómplices y que así eran ANTES las autoridades. ¡Pura farsa!, repetía, ¡se prestan a todo!
Mi abuelita aconseja que es mejor callarse, porque en el hoyo que profundizas para otro ahí caes tú. Quién le iba a decir a Andrés Manuel que su cómplice de aventuras, el morenista gobernador de Sinaloa iba a montar su propio show a la luz del deseo de su amigazo, El Mayo Ismael Zambada, de salir del país en un avión rumbo a los EEUU para entregarse, junto con su ahijado Joaquín Guzmán López, tras los arreglos que durante al menos dos años estuvieron tejiendo entre la DEA y el FBI.
Desde un principio El Mayo aclaró que llamó al gobernador para que se reuniera con Héctor Cuen, el ex rector de la UAS, a quien Ismael estimaba mucho. Sin embargo, algo sucedió. De seguro Ismael quería dejar algunas cosas arregladas en el estado que él dirigía de facto, pero no funcionó. Y como informó el capo a través de una misiva, Cuén fue asesinado en la misma casa donde ocurrió la reunión, según las pruebas que ha recabado la Fiscalía General de la República. Y qué ocurrió con el policía Rodolfo N, quien era guardaespaldas de Ismael Zambada, pues fue el que iba ya occiso en la camioneta blanca que “supuestamente” iban a robarse en una gasolinería. Y esto lo supimos porque el ADN encontrado en dicho vehículo correspondía a este guardaespaldas. ¿Por qué se cuidó tanto este supuesto “secuestro” de Ismael Zambada? Pues para que no pudieran condenarlo a muerte (tampoco iban a hacerlo), porque su defensa declaró que había sido ilegalmente llevado a aquél país, y por ende su aprehensión había sido ilegal. ¡Puras traiciones y puras mentiras! Conclusión: el gobernador sí es o era amigo cercano no sólo de Ismael, sino también de los Chapitos, quienes ayudaron en su campaña; y testigos de esto, sobran. El Cartel de Sinaloa tiene presencia en 23 estados del país y El Mencho (CJNG) en 27. ¿Cuántos gobernadores serán amigos de criminales?
Hablando de esto, un gobernador que ya se va pero estuvo como ausente en su estado es Rutilio Escandón Cadenas, quien dejó expandir y explotar los enfrentamientos entre los habitantes originales de su estado, indígenas indefensos, muy pobres. Por lo mismo hasta nos enoja escuchar el spot que la LXVI está transmitiendo por radio, acerca de las iniciativas de ley que aprobaron para proteger los derechos humanos de los indígenas del país. ¡Ni la burla perdonan! Ellos llevan años soportando la persecución y los abusos de los criminales que proliferaron en aquel antes pacífico territorio, lleno de arte y bellezas naturales. Hubo una especie de reivindicación a través de la “Revolución Zapatista” que no alcanzó ni convenció a todos/as. Siempre hemos sido testigos del papel que la Iglesia ha desempeñado como defensora de los indígenas y sus derechos. Recuerdo cuando el Obispo Samuel Ruiz insistió en ordenar a sacerdotes indígenas para que la comunicación entre el cura y sus feligreses fuera más efectiva. Así se ordenó el sacerdote católico Marcelo Pérez Pérez quien se convirtió en defensor y gestor de los habitantes de Chiapas. Lo mismo resolvía problemas entre las comunidades que entre éstas y los criminales que los secuestran para enrolarlos en las filas de sus negocios fuera de la ley, como sucedió en Chenhaló donde desaparecieron 19 personas.
Un hombre tan valiente, pero tan solo; tan convencido de su papel en el mundo y con una vocación tan fuerte, tuvo que estorbarle al crimen organizado afincado en Chiapas y que pelean las rutas de drogas y personas migrantes. El Padre Tsotsil, Marcelo terminó de dar misa, caminaba por la calle cuando un par de facinerosos en motocicleta le disparó en 5 ocasiones. Se cree que fueron Los Motonetos. Y ayer martes, Rutilio que no hizo casi nada en todo su mandato, anunció que han encontrado al asesino. Los chiapanecos se quedaron sin su defensor y nada más esperamos que aquel gobierno no haya aprehendido a algún chivo expiatorio para apagar el incendio que, de por sí, ya es monumental en Chiapas. Escribe: Guadalupe Elizalde
- Advertisement -