De sorpresa me cayó la noticia de su deceso, pues ignoraba las complicaciones que tuvo por una caída, que derivó en infección por una bacteria. Líder indiscutible de la contracultura ( en la que nadó a sus anchas ), de la que por cierto tengo un libro escrito por él. Supe de su labor por la legendaria revista “ Generación “ que Juan Rock distribuye en su “ Reino de Anjákar “, el cual traía del tianguis del Chopo, en la CDMX, siendo números monotemáticos, que había trasmutado de tabloide a revista. A pesar de su vida desmadrosa y de fiesta nocturna, editó una gran cantidad de números, dónde colaboraron grandes firmas como Guillermo Fadanelli y J.M. Servín y otros representantes de las letras subterráneas y de la contracultura en general. Fueron también memorables sus fiestas en la cantina Insurgentes, de la que quedó constancia fotográfica en las últimas páginas de su revista. Aquí lo conocimos cuando fue jurado en los Juegos Florales de la ciudad. Al día siguiente lo llevamos a un recorrido antro-pológico por templos etílicos, empezando en el bar la India y terminando en un table-dance dónde aceitamos la plática con cerveza y otras bebidas, incluso mi amigo el sociólogo Óscar Amézquita ( d.e.p ) le reclamó afectuosamente el no haber venido previamente a nuestra ciudad, pues siempre lo admiró y se hacía de rogar. Posteriormente volvió a presentarse en el Portal del Diezmo y le compré un libro relacionado con Mary Juanita, la vaciladora y otro de poemas. La última vez que lo vi fue en el gran documental de Diego Osorno “ Vaquero de mediodía “ en Netflix, dónde discurre en un bar sobre el poeta misteriosamente desaparecido Samuel Noyola, recordando anécdotas con él. Adiós, maestro de la vida nocturna y la literatura. D.E.P
Escribe Fernando Roque
-Lo más triste de estar enfermo, es que los sueños también se enferman-C.M.Rentería
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