Deseo que estas palabras lleguen a más y más personas, que lean la columna que cada semana se publica en distintas plataformas, “Cosas que acomodan e incomodan de la maestra Lorena” y mi agradecimiento al Lic. Carlos Tizoc Mondragón por el apoyo que me brinda para expresar mis letras, mis pensamientos, esas cosas que me incomodan y que espero también incomoden a más y más lectores y comenten y hagamos algo, no solo ese gesto de resignación que solemos hacer, sin hacer nada.
Así como encontramos noticias inquietantes sobre animales en peligro de extinción, también estamos cada vez más inmersos en la plaga de humanos inhumanos que proliferan cada vez más y parece ser que amenazan en convertirse en una plaga difícil de exterminar, sí, esos seres que no sabría ahora si llamarles seres racionales, si tienen alma, corazón y sentimientos o son entes que cohabitan entre los demás disfrazados de buenos cristianos y son capaces de lastimar, abandonar, masacrar a quien confía en ellos.
Basta mirar a nuestro alrededor y nos encontramos con demasiados peludos de cuatro patas deambulando por ahí, buscando comida, con la tristeza en los ojos y cargando en el lomo, el abandono, los estragos de los malos tratos, de la crueldad. Sigo tocando este tema porque parece que a nadie le importa la suerte de estos animalitos que tienen mejor lealtad y amor hacia nosotros y que tristemente llamamos “animales” que no piensan, que no hablan y aquí cabría preguntarse ¿Quiénes son los verdaderos animales? ¿Los que sí tienen capacidad de razonar? ¿Los que son conscientes del daño que causan? Se cruzan en nuestro camino, menean la cola tratando de llamar la atención, parecen decir ¡Hey! ¡Mírame, también existo! Comparto el planeta contigo, y si bien les va esbozamos una sonrisa, nos hacemos a un lado, en el peor de los casos, una patada, un golpe es lo que reciben.
Las mascotas no son desechables, es increíble leer en las redes sociales decir que regalan a determinada mascota porque ya no la pueden tener, de pronto les aparecen alergias, se mudan de casa, ya no los pueden tener y estorban y si nadie los pide en adopción los sacan a la calle, así de la manera más fácil, entre más vivo, decía mi madre, más me decepciona la humanidad. También, cuantos perritos viven en la azotea, tengo un vecino que desde que recuerdo sus perros viven en la azotea de una casa a medio construir, no recuerdo alguna vez que los haya sacado a pasear, no sé si se acuerde que también sienten hambre, frío, soledad, que también se enferman, que tienen sed, que les gusta jugar, la compañía, y así, es común ver a los animalitos en la azotea sin cuidado alguno. , Estas acciones tan vergonzosas me duelen, en Fresnillo, Zacatecas, encontré infinidad de perritos en pésimas condiciones en el santuario lleno de fieles, pidiendo perdón por sus pecados, peregrinos abanderando una causa pero indiferentes a estos peludos, llamó mi atención un perrito ciego, el cual solo daba vueltas, pidiendo un poco de compasión. Es una realidad que los gobiernos y sus funcionarios nada les importa que los animalitos como gatos, perros y otras especies más sean maltratados, mutilados, usados como carne de cañón para otras aberraciones y no son capaces de realizar algo para protegerlos, se limitan a enviar a la perrera que es también reunión de trogloditas que los lastiman mucho más, son llevados al sacrificio, de esa manera medio eliminan el problema pero eso no soluciona nada, y se siguen abandonando animalitos, sobre todo las hembras, abusadas por la jauría y que siguen procreando sin control. Así como existe un registro de comerciantes, de autos y demás, debería hacerse un registro obligatorio de las mascotas, así, si un animalito es abandonado realizar una sanción al dueño, quizá estoy diciendo una utopía, pero creo que, si una sociedad no es capaz de cuidar de sus mascotas y demás animales de su entorno, nunca será un buen ejemplo para sus ciudadanos futuros.
También debo reconocer a una chica de Tequisquiapan, me parece, que ha rescatado a perritos heridos, los ha llevado al médico y ha costeado los gastos, les busca hogar, ojalá y existieran más verdaderos seres humanos como ella, y que decir de la maestra Magda Cervantes, que actualmente radica en Querétaro que, a pesar de la enfermedad que le causa mucho dolor y le impide moverse, ha hecho de su hogar un refugio de gatitos abandonados, martirizados, mutilados.
Trato de llevar en mi bolsa, una bolsa con croquetas y darla a perritos en situación de calle, pero no basta, como dije líneas arriba, no solo es darles un poco de alimento, también es un poco de amor, de compañía, de tiempo. De verdad, conmino a todos aquellos que se den el tiempo de leer estas líneas a no sumarse a la lista de los que abandonan a sus mascotas, que los golpean y maltratan o que los desaparecen en las azoteas, a merced del frío, del calor, del hambre y sobre todo de lo más cruel; el abandono y la soledad. Si pueden adoptar, háganlo, si deciden abandonar o regalar piénselo, desistan y si pueden cargar una bolsita con comida y un poco de agua, créanme que la vida se los regresará en dones, porque si tuviéramos que regresar a esta vida a cumplir lo que dejamos pendiente, no nos gustaría regresar en forma de perritos, quizá sería lo ideal para sentir lo que es la vida de perro y que a nadie le importe.
Gracias por la atención prestada y nos leeremos la próxima semana.
Escribe: Lorena Reséndiz