sábado, noviembre 23, 2024

Tik Tok, fábrica de… “genialidades”

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Espero que no surja por ahí algún o alguna ofendida por mis comentarios. Es tendencia estar al día en las redes sociales, existen tantas que, en ese sentido, estoy en la época cuaternaria en su conocimiento, uso y aplicación; tampoco estoy exenta de no mirar lo que se publica y curiosidad, por enterarme de lo que ocurre en el mundo, en mí caso, lo que más utilizo es Facebook, comparto un poco de mi día a día, frases de mis poemas, escritos que surgen por ahí, y que tienen palabras motivacionales, investigo cosas interesantes, relacionadas con actividades que puedo desarrollar en mi trabajo y, por qué no, divertirme un poco.
Sin embargo, el uso del TikTok se ha convertido en una producción en serie de cerebros vacíos que hacen cosas de verdad denigrantes con tal de llamar la atención y peor aún, con miles de seguidores y les pagan, monetizan. Quiero aclarar, que no todos los contenidos son así, digamos que un 99.99% proporcionan información útil y veraz. Por comentarios de mis alumnos, me di un espacio para mirar con atención algunas de las cosas con las que ellos se entretienen: para empezar, una señora de edad más que madura, realizando unos bailes grotescos, enfundada en ropa que nada deja a la imaginación y que hace mucho dejó su juventud y belleza guardada quien sabe en qué lugar, otra mujer mostrando como se depila todo lo que se puede depilar, un jovencito de escasos catorce años, haciendo demostraciones de una fémina atrevida y descarada, también chicos dando verdaderas clases de maquillaje, jóvenes orientales con zapatillas de tacón descomunales que bailan en el tubo como si fueran atletas de las olimpiadas.
No me espantan todas las cosas que ahora están inundando las redes sociales, estamos en un mundo cambiante, pero, que mis alumnos estén imitando, imaginando, deseando ser influencers, porque es lo que deja dinero, tener miles de seguidores y salir en el Tik Tok me preocupa y me ocupa, estamos en una crisis educativa, un cambio de ideologías, de programas educativos, de paradigmas contradictorios, en los cuales los niños son los más vulnerables al no tener una identidad definida, hoy pueden ser niños, mañana niñas, pasado pansexuales, en otra ocasión pueden ser un animal, y resulta que no puedo decirles nada porque los traumo, porque puedo ser acusada de fomentar la exclusión y no la inclusión, alumnos que pueden llegar los niños sobre todo en sexto grado y en secundaria vestidos de niñas, maquillados, con las enooooormes pestañas postizas tan de moda hoy en día, las cejas como azotadores y quedarme cruzada de brazos, aunque pomposamente me llamen “educadora” ¿Cómo puedo ser educadora? La escuela perdió su carácter formativo, ahora, somos cuidadores de niños, niñas y adolescentes, porque en la escuela, ellos deciden que sí, que no y cómo desean egresar, pueden faltar, reprobar materias, no presentar trabajos y yo, como docente no puedo hacer que reprueben el grado, los traumo, les niego el derecho a la educación, y los padres de familia pueden incluso, hacer que me pongan a disposición mis autoridades por no ser empática e inclusiva con su hijo o hija.
Gracias al Tik Tok, hoy los niños saben más de los influencer y los contenidos, que de las tablas de multiplicar, de leer y escribir correctamente, de realizar un cálculo mental, una división, el uso correcto de reglas ortográficas, de redactar un texto con coherencia y redacción legible, escuchar lo que ven, lo que para ellos es más fácil, me preocupa, como docentes tenemos que prepararnos, ser profesionales, éticos, porque los chicos dicen que para que ir a la escuela si todo lo pueden aprender en las redes, en la inteligencia artificial, el gran detalle es que todo lo que se publica es una falacia, el uso y abuso de filtros para presentar a alguien muy ajeno a lo que es en realidad está causando que muchas chicas se enamoren de una máscara.
¿Cómo lograr que la escuela sea una institución formativa? Es un gran reto, porque las nuevas generaciones están viviendo con un libertinaje que los graduará como la generación de influencers que no viven sin el celular y que no tienen ni oficio ni beneficio, pero, esos son los alumnos y alumnas que llegan a la escuela, y se pretende que el docente les transmita y proporcione la educación del futuro, pero en casa todo se permite, todo se tolera, ausencia de reglas, límites y sobre todo amor.
Deseo que el Tik Tok tenga presente que quién más lo ve son alumnos en formación, que imitan lo que ahí se muestra, esa es la verdadera escuela de los chicos de este siglo, de este gobierno, de estos ideales.
Escribe: Lorena Reséndiz Mendoza

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