La historia nos ha enseñado que las transiciones políticas exitosas en el mundo han sido posibles invariablemente con la participación de una izquierda amplia. En el contexto actual es importante abrir una convocatoria a un nuevo acuerdo social que permita construir una alianza de grandes alcances con el universo político progresista no electoral, vinculados a los diversos movimientos sociales. Un pacto de esta naturaleza podría permitir sin obstáculo alguno reforzar la cimentación de las bases para una reducción significativa de la corrupción, de la desigualdad y de la exclusión social.
De ahí la importancia y el llamado para construir esta congruencia histórica, con la convicción plena de fortalecer el dique social que impida el retorno del viejo régimen caduco, corrupto, injusto y represivo como lo fueron los entes neoliberales del pasado. Hoy la exigencia es consolidar la transformación de México, teniendo como eje prioritario las demandas de la mayoría de los ciudadanos, es la hora de reforzar la política incluyente, justa, democrática, de progreso y de bienestar para todos. Tan necesaria resulta esta amplia unión, con estrechas solidaridades, con estructuras sólidas que permitan concebir una transformación profunda y que esta dinámica sea determinante para cerrar en definitiva la puerta al modelo neoliberal de empobrecimiento, concentración de riqueza y desigualdad.
Sin duda, es urgente este acuerdo de todas y todos para profundizar la transformación del país, resultando entonces imprescindible un pacto social que profundice y fortalezca el cambio a través de la Cuarta Transformación. Y que en este proceso concurra una nueva relación entre el poder político y la ciudadanía, en el entendimiento de incorporar de manera contundente sus acciones, sus estrategias sociales, aprovechando la experiencia de la sociedad civil.
La edificación de esta alianza no se inscribe en el mantenimiento del poder por el poder, no tendría sentido, estaría condenada al fracaso. Debe fincarse en una nueva relación que contribuya primeramente en la consolidación de estas nuevas instituciones para que efectivamente estén al servicio de la ciudadanía.
Escribe Arturo Hernández
De ahí la importancia y el llamado para construir esta congruencia histórica, con la convicción plena de fortalecer el dique social que impida el retorno del viejo régimen caduco, corrupto, injusto y represivo como lo fueron los entes neoliberales del pasado. Hoy la exigencia es consolidar la transformación de México, teniendo como eje prioritario las demandas de la mayoría de los ciudadanos, es la hora de reforzar la política incluyente, justa, democrática, de progreso y de bienestar para todos. Tan necesaria resulta esta amplia unión, con estrechas solidaridades, con estructuras sólidas que permitan concebir una transformación profunda y que esta dinámica sea determinante para cerrar en definitiva la puerta al modelo neoliberal de empobrecimiento, concentración de riqueza y desigualdad.
Sin duda, es urgente este acuerdo de todas y todos para profundizar la transformación del país, resultando entonces imprescindible un pacto social que profundice y fortalezca el cambio a través de la Cuarta Transformación. Y que en este proceso concurra una nueva relación entre el poder político y la ciudadanía, en el entendimiento de incorporar de manera contundente sus acciones, sus estrategias sociales, aprovechando la experiencia de la sociedad civil.
La edificación de esta alianza no se inscribe en el mantenimiento del poder por el poder, no tendría sentido, estaría condenada al fracaso. Debe fincarse en una nueva relación que contribuya primeramente en la consolidación de estas nuevas instituciones para que efectivamente estén al servicio de la ciudadanía.
Escribe Arturo Hernández