Empezaré el tema con una pregunta, ¿Qué es un hueco? La definición más concreta es: algo que no es compacto porque está vacío o porque tiene en su interior un espacio sin materia muy grande en relación con su volumen. A lo largo de nuestra vida, se van haciendo huecos que muchas veces no somos conscientes de que ahí están, tratando de ser llenados, y simplemente no los percibimos, no nos damos cuenta de su existencia y consciente o inconscientemente los vamos haciendo más y más grandes, buscamos la forma de llenarlos y no es de la manera correcta. ¿Cuántos de nosotros en la niñez tuvimos pérdidas importantes que formaron un hueco que nadie observó? Tratamos de olvidar si fuimos niños no deseados, maltratados, abusados, consentidos, criticados, reverenciados, abandonados, todas esas emociones las cargamos, pesan, y pesan mucho, aun cuando el hueco se va haciendo cada vez más grande. Todo pasa una razón, descubrimos que estamos llenos de huecos y buscamos la forma de llenarlos, algunos optan por el alcohol, las drogas, la vanidad, la prepotencia, el orgullo, la bondad, la defensa, el acumulamiento de propiedades, de dinero, de fama, de indiferencia, pero nunca es suficiente, los huecos están ahí, no hay forma de rellenarlos, porque nada es suficiente si no estamos conscientes del origen que formó un pequeño hueco que fue creciendo. Hoy, vivimos aislados, obligados por una contingencia sanitaria inesperada, el mundo es un caos, el miedo nos envuelve poco a poco, hemos perdido amigos, conocidos, familiares y seguimos pensando que es un castigo divino, una respuesta a nuestras acciones, los más incrédulos, un virus creado para limpiar al planeta del exceso de habitantes, otros culpan a los gobernantes de su ineptitud para atenderlo, y los que nada les acomoda, siguen su rutina normal, diciendo que todos nos vamos a morir y al que le toca, le toca. Las emociones son difíciles de entender y aceptar, son las causantes de los huecos que se van formando dentro, el que es adicto a bebidas alcohólicas y drogas, tendrá siempre, un culpable a quien atribuir su desgracia, su historia es tan creíble, que termina convenciendo a los demás de que él es solo una víctima y busca llenar ese hueco con la lástima y el abandono de sí mismo. Aquellos que carecieron de afectos en edad temprana dejan hijos en el desamparo, algunos ni se enteran que en sus andanzas engendraron un hijo, que quizá nunca se enterará quien fue su padre, otros, desquitan con sus traumas con los más débiles, llámese mujeres, hijos, animales, golpean, lastiman, queriendo con ello, cubrir ese hueco que hace ruido. Tropezamos una y otra vez tratando de llenar esos huecos y no encontramos esa pieza que falta, no, no se encontrará si antes no miramos atrás, buscando el origen y la causa, es más cómodo seguir el camino trazado, buscar ser felices, conformarnos con lo logrado, adoptar la zona de confort que si bien, no tape el hueco, no lo haga más grande. Me pareció importante abordar el tema de los huecos emocionales, ya que reitero, debido al confinamiento vivimos emociones encontradas, la soledad está más presente que nunca, la falta de empatía hacia los demás, el miedo, la depresión, la inseguridad nos están llevando a niveles de ansiedad importantes. Prestar mucha atención a los niños, son en estos momentos, un campo minado, no sabemos en qué momento va a explotar, nosotros, adultos mirarnos en nuestra realidad, ¿Qué estamos viviendo? ¿Cómo nos sentimos? ¿Cómo miro a los demás? ¿Cómo decido vivir con lo que tengo ahora? ¿Qué hueco es prioritario atender? Y, los más importante, que huecos no quiero formar en la gente que amo, en la gente que me ama, mis huecos ya están ahí, en la medida en que los descubra, los entienda y los acepte se irán cubriendo de las cosas que yo decida tener. En el momento en que veamos nuestros huecos y no tratemos de llenarlos por llenar, tendremos la capacidad de aceptación, de paz interior, de buscar el bien común, sin dañar a los demás, hacernos conscientes de nuestros actos y dejar de justificarnos por lo que hicimos o dejamos de ser permitirá salir aptos emocionalmente de esta situación inaceptable, escribir una historia diferente, saber quiénes somos y que podemos llegar a ser. Maestra Lorena Resendiz
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