El doctor José Ramón Rivera Ruíz, ginecólogo del Hospital General Regional (HGR) No. 1, en Querétaro, señaló que el cáncer cervicouterino es el crecimiento anormal de las células que se encuentran en el cuello de la matriz. Al inicio las lesiones son tan pequeñas que no se pueden ver a simple vista y duran así varios años.
Recordó que algunos factores de riesgo que se deben considerar son: inicio de relaciones sexuales antes de los 18 años, antecedentes de enfermedades de transmisión sexual, infección cérvico vaginal por virus del papiloma humano, múltiples parejas sexuales (del hombre y de la mujer), tabaquismo y una de las más importantes es nunca haberse practicado el Papanicolaou.
Cuando el cáncer es avanzado se puede ver a simple vista en la exploración ginecológica, o causar otras molestias, entre ellas sangrado anormal después de la relación sexual, entre los periodos menstruales o después de la menopausia, aumento del flujo de sangrado vía genital con mal olor, dolor de cadera y pérdida de peso.
El estudio debe realizarse cada año, y si durante dos años consecutivos los resultados son negativos a cáncer, el estudio se repetirá cada tres años.
“El Papanicolaou es un estudio disponible en las Unidades de Medicina Familiar (UFM) del IMSS y en los diferentes servicios de salud, lo ideal es que se lo hagan al menos una vez al año a partir” señaló el especialista.
De manera preventiva, se recomienda hacer uso de preservativo o condón durante la relación sexual, así como la aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma humano en niñas entre 10 y 12 años o antes de iniciar su vida sexual activa.