Unicef ayudará a la SEP y a gobiernos locales a implementar protocolos de sanidad y monitorear posibles focos de infección en aulas
El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la presentación del informe sobre el impacto de la educación a distancia en pequeñas, pequeños y adolescentes a lo largo de la pandemia de COVID-19 y agradeció al representante en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Luis Fernando Carrera Castro, por su acompañamiento en la estrategia para el retorno seguro a clases presenciales.
Unicef va a ayudar a la Secretaría de Educación Pública y a gobiernos locales a incorporar protocolos de sanidad y monitorear posibles focos de infección en las salas para prevenir contagios del virus SARS-CoV-2 entre pequeñas, pequeños y adolescentes.
Conforme con Luis Fernando Carrera Castro, mil millones de menores en el planeta ya han retornado a clases presenciales, al paso que setecientos cincuenta millones están por regresar, no obstante todavía hay ciento cincuenta millones que en dieciocho meses no han regresado a las salas, treinta y siete millones son estudiantes mexicanos.
“La resolución del gobierno de México y de como sociedad de comprometerse a un retorno seguro a las escuelas es, sin ningún género de dudas, un evento muy importante para los pequeños y las pequeñas de México, mas fundamental para el mundo(…). En todo el mundo se está festejando este gesto”, aseveró.
La colaboración de Unicef y México se fundamentará en 4 pilares:
Desarrollo de protocolos que dejen un retorno seguro con ayuda del aprendizaje internacionalmente. Monitoreo de los centros de educación para la detección temprana de focos de infección y manejo perfecto de posibles contagios. Estrategia de comunicación precisa para brindar confianza al personal educativo, a progenitores de familia y a los estudiantes. Restauración de aprendizajes y de normalidad para los menores.
El subsecretario de Derechos Humanos y Migración, Alejandro Encinas, notificó que las limitaciones por la pandemia y el confinamiento han generado afectaciones graves en las pequeñas y pequeños.
A lo largo del ciclo escolar dos mil veinte-dos mil veintiuno, 5.2 millones de estudiantes no se anotaron por causas relacionadas con el COVID-19 o bien por carencia de recursos. La matrícula de educación básica se redujo 2.6 por ciento, en el nivel medio superior redujo en 3.1 por ciento y en el superior bajó en 0.8 por ciento.
Entre marzo y junio de dos mil veintiuno se registraron máximos históricos en violencia familiar. Las pequeñas, pequeños y adolescentes padecen de violencia sicológica, sexual, física, económica y de abandono o bien negligencia al interior de sus hogares, notificó el subsecretario.
Además de esto, a lo largo de la pandemia se registraron doscientos setenta y tres mil seiscientos sesenta y uno nacimientos de bebés de madres adolescentes; cuatro mil cuatrocientos uno homicidios de menores entre dos mil dieciocho y 2020; y el suicidio aumentó doce por ciento en este conjunto de edad.
“Desde el campo de los Derechos Humanos y la protección del interés superior de los pequeños, consideramos urgente abrir los espacios de convivencia y educativos que dejen que las pequeñas y los pequeños empiecen a resarcir las afectaciones por el confinamiento”, especificó.
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