Buenos días tengan las y los lectores de este espacio. Muchas gracias a quienes establecen comunicación con esta escribidora, con mi abuelita o entre la familia, como me han contado algunas lectoras. Les aplaudo. Lo mejor para entendernos y comprender a este país tan poliédrico, es la discusión respetuosa de las ideas, basadas éstas en la realidad de lo que aquí sucede. Sin duda esta es una semana plena de eventualidades, acaecidas dentro de actos muy bien organizados como el ocurrido en la ciudad de Querétaro el pasado 5 de febrero. La Asociación Civil “Por Querétaro Todo”, estableció su postura a través de su presidente Gustavo Buenrostro, quien en conferencia de Prensa puso en su sitio a quienes terminaron haciendo un tonto papel al romper el protocolo histórico de un aniversario constitucional, peor aún, en el Teatro de la República, donde ésta fue jurada. Que este movimiento de tarjetas se hizo con la venia presidencial, ni dudarlo. Pero pensemos lejos de protocolos y entenderemos los porqués de algunas reglas, al menos, de cortesía con la primera mujer que preside la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña. La Constitución de 1917 establece como sistema de gobierno en México un presidencialismo acotado, porque veníamos de una Revolución en la cual los caciques o querían hacer su non sancta voluntad o reelegirse. Para evitar más matazones se crean dos poderes más que frenan una posible vesania presidencial, que es común en países en los cuales el señor presidente tiene poderes más allá de la razonable barbería de sus subordinados, asociados y cómplices. El Legislativo y sus dos Cámaras con capacidad de hacer leyes, corregirlas y votarlas o vetarlas; y el Poder Judicial que es quien tiene la última palabra en caso de conflictos que hayan rebasado las posibilidades de juzgados, Cámaras, gobiernos y ciudadanía. Por lógica elemental el Presidente de la República va al centro flanqueado a derecha e izquierda por los representantes de los poderes; lugar para el mandatario estatal que lo recibió, Mauricio Kuri, claro que el Secretario de la Sedena y Marina y a los lados quien usted guste y mande. La Ministra Presidenta estaba de pie cuando el presidente entró; se sentó en el aplausómetro y volvió a ponerse de pie en la ceremonia del Himno Nacional y los saludos a la Bandera, cuestiones que el presidente no hace por sus creencias religiosas, y de eso nada se dice. Su discurso lo dijo todo: nadie pasará encima de la Constitución. El mohín presidencial fue obvio y como sucede, no pudo dejar de mencionar el tema en su programa diario.
Otra cosa que llama la atención es el seguimiento que desde la Mañanera se lleva al juicio de García Luna en desarrollo en el estado de New York. En Palacio Nacional se esperan las grandes delaciones, declaraciones y pruebas que hagan temblar el edificio de la incipiente democracia mexicana, a las autoridades de los sexenios que más se mientan en el sexenio: el de Fox, de Calderón y Enrique Peña Nieto, a quien suele mencionársele más en la nota rosa que en la roja. Es como si el presidente se la tuviera jurada a mandatarios neoliberales, pero claro, no es lo mismo mentar a Carlos Salinas de Gortari que a Felipe Calderón. Pregunto: ¿No sería más fácil que al grito de “fuera máscaras” nos dijera por qué le cae tan mal el partido Acción Nacional? Y que no salgan sus coros con aquello del fraude que ni han podido probar -ni sucedió- con pruebas fehacientes. Pregunten a Roberto Madrazo.
No negaremos que es significativo que el nombre de Felipe Calderón haya salido a la palestra en el juicio contra García Luna, quien por cierto tiene 3 abogados de oficio y sus ayudantes, puesto que sus cuentas están congeladas en México, y la fiscalía estadunidense no puede confiscar propiedades en EEUU mientras no exista una sentencia que lo condene. Pero decíamos, a Felipe Calderón ya lo nombraron. El ex presidente de inmediato respondió que no ha contestado porque no ha querido intervenir mientras exista un juicio en curso. Edgar Veytia fue quien lo mencionó, un narco con promesa de ciudadanía. A este testigo lo llamó la Fiscalía de los EEUU sin dar parte a la defensa de García Luna, según han dicho. El martes que viene terminaría la Fiscalía con la presentación del testigo clave, el más fuerte para impresionar al jurado. Se cree que serán dos: La Barbie y el Rey Zambada; también este día se terminará de entregar toda la evidencia que presenten, la cual es un misterio. Mal hacen con permitir que periódicos de alta circulación y medios sean parte del ajuste de cuentas que existe entre este gobierno y los anteriores. O, ¿queda alguna duda, estimad@ lector/a?
