Los vecinos y conocidos del antiguo pueblo griego se escandalizaban y hasta se mofaban por la importancia que los griegos le daban al deporte; les parecía una desmesura por todo el tiempo que le dedicaban en la educación y en las reuniones de las comunidades. Los griegos se defendían y sostenían que el deporte no solamente embellecía el cuerpo sino que modelaba virtudes que podrían utilizar en el análisis de la vida en la polis y en su participación política.
De estos juegos olímpicos ¿Qué mensajes podemos encontrar y que se apliquen en la realidad de nuestra política nacional? Vale destacar que en la gimnasia de aparatos o en la gimnasia hecha en el piso, la conclusión es terminar el ejercicio en una especie de aterrizaje firme y prácticamente caer como una estaca. El final es clave para calificar toda la competencia del deportista. Ante la recién conocida detención o secuestro del Mayo Zambada, el Presidente se apresuró a afirmar que era el resultado de: “Una operación conjunta” con los vecinos. Posteriormente se supo, que la única participación de México en la “operación conjunta”, había sido la de las autoridades en el aeropuerto, que la habían hecho de franeleros para “ayudar” a que el avión despegara, obviamente sin ninguna verificación de los responsables de migración. Si fuera ejercicio en tarima el Presidente hubiera caído de sentón.
No hay duda que en clavados sincronizados, el Presidente y la Presidenta, la Señora Sheinbaum, al ofrecer su apoyo al gobernador Moya, hubieran ganado la medalla de oro; no se sincronizaron, prácticamente se clonaron en sus declaraciones. Parecían clavadistas chinos. Los jueces tuvieron que analizar el video y por los trajes de baño y la cola de caballo pudieron confirmar que no era una sino dos personas.
Además, armonía con un alto grado de dificultad, pues su solidaridad a Moya la intercalaban con gran habilidad en la gira que ambos hicieron por toda la República, en su “tour de elogios mutuos”. “Es el Presidente más grande que ha tenido México”. Y López Obrador le respondía “Será tan maravillosa Presidenta que ya no quisiera esperar un día más y pedirle que asuma su cargo”. Vale reconocer que al decir esto último, López Obrador se atacaba de la risa, pues había el peligro de que lo sacaran en la sección de las “mañaneras”: “Quién es quién en las mentiras”.
En medio de este tira y tira de mermelada entre el Presidente y la científica señora Sheinbaum, apareció el texto del abogado del Mayo Zambada, en el que ventaneaba al gobernador de Sinaloa. Rocha Moya. El Presidente y la nueva Tlatoana se arrebataban la palabra para darle todo su apoyo y confianza. A cada apoyo solidario aparecían nuevas pruebas, la más increíble: El Comandante de la Policía de Investigación de la Fiscalía de Sinaloa era el encargado de la seguridad del Mayo. El persecutor convertido en protector.
En clavados la entrada a la alberca debe ser recta, casi sin salpicar el agua. Si el Presidente y la Presidenta hubieran estado compitiendo en clavados, esta entrega de confianza total al gobernador con claros nexos con el narco, significaría que habían caído auténticamente de panzazo. Lejos de arredrarse los miembros de Morena, entre ellos sus gobernadores, los que llamaría escritor Rubén Romero: el “Supremo Consejo de Lambiscones”, se despojó de todo pudor y se tiraron a la alberca de la impunidad, brindando su apoyo a Rocha Moya, que confesó que había llegado a la gubernatura gracias al narco. La solidaridad de los gobernadores fue tan entusiasta que provocó la sospecha de que algunos de ellos habrían tenido al mismo patrocinador o al menos del mismo clan.
El problema es que en cada deporte, es fundamental la terminación para evaluar todo el desarrollo de la competencia. Si hacemos caso a los griegos; el análisis del deporte nos proporciona un espejo para la evaluación y la crítica equivalente de la realidad política nacional. Bajo esta perspectiva podemos afirmar que este gobierno ha concluido entre la ignominia y el ridículo. Entre sentones y panzazos.
Escribe: Edmundo González Llaca