miércoles, abril 24, 2024

¡Entre más conozco a las personas, más quiero a mi perro! #ElDragónDeMondragón

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Estimado lector, si Usted me lo permite hoy hablaremos de este encabezado, que seguramente usted como muchos estarán de acuerdo con lo que significa cuando expresamos lo siguiente: ¡Entre más conozco a las personas, más quiero a mi perro!… Existen seres que no son pensantes y los llamamos seres irracionales, sin embargo algunos de estos seres nos han dado muestras de ser mucho más racionales que nosotros mismos quienes “según somos seres racionales, pensantes y analíticos”… Hoy en día este concepto queda en duda, ya que nos hemos convertido en seres destructivos, seres mecanizados, seres insensibles, seres que hemos demostrado no valorar la vida de los otros seres que les toco compartir nuestro mundo y quienes han demostrado ser incluso mas tiernos e incluso sensibles al dolor de otras especies… Mi abuelita me decía hijito: existen animales que entienden mejor que muchas personas que conozco, animales que cuidan de sus crías, animales que protegen a los suyos, animales que defienden su territorio, animales que dan la vida por los consideran su familia y sin embargo existen personas que son capaces de matar por una herencia, de dejar a su hijo abandonado, de maltratar a su familia y golpearla, de mutilar y lastimar a su familia que rara es la vida decía ella… Dios nos dio sabiduría, pensamiento y razonamiento para cambiar, construir, crear y sobre todo amar pareciera que tenemos un mundo de cabeza, el creador nos hizo seres racionales y nos comportamos peor que los seres irracionales los cuales cazan o matan para subsistir y alimentarse, mientras nosotros hasta por deporte matamos, destruimos ecosistemas y nos divertimos con el dolor de los otros seres que nos acompañan en nuestras vida… Qué razón amigo mío tenia mi abuelita… El mundo anda de cabeza y no por el Covid-19 con sus diferentes variantes, vemos compañeros de vida como perros, gatos y sin número de animalitos que tenemos y a veces les damos una vida de ¡PERRO¡… Abandono, maltrato, agresión e infinidad de irresponsabilidades y frustraciones vaciamos con esos seres que los tenemos como mascotas, cuando la mayoría de veces se vuelven integrantes de nuestra familia entonces cabria la pregunta: ¿Si son integrantes de la familia, porqué el maltrato, el abandono, los gritos, la falta de alimento, la cuerda amarrada a su cuello, la azotea como su refugio, la calle como su hogar y tantas penumbras que pasan estos compañeros que adquirimos como juguetes vivientes para nuestros hijos e hijas?… Hoy en día cientos de ellos están en las calles, pero lo curioso es que muchos de ellos tuvieron “Un hogar” fueron lanzados, abandonados o se perdieron al salirse de la casa y la mayoría que vive en hogares ¡No tienen los cuidados necesarios para vivir de forma adecuado!, si ha esto le sumamos que al estar en las calles y encontrarse con otros de su especie se propicia el apareamiento o cruza en donde como consecuencia será siempre el incremento de ellos, animales no esterilizados para impedir su crecimiento, en dónde se vuelve una cadena interminable de pequeños y pequeñitas en crecimiento en una población de seres pensantes insensibles a su dolor y necesidades… Se dice que de cada 10 familias 7 de ellas tienen una mascota increíble número amigo lector… Hemos visto como muchos de estos seres terminan atropellados, mutilados e incluso asesinados por personas sin escrúpulos, pero también utilizados para peleas callejeras en el caso de los perros para saciar los instintos de los seres que: “según son seres pensantes”… Existen agrupaciones, asociaciones y se ha legislado en contra del maltrato animal, pero aún falta mucho por hacer, creo que se necesita mayores normativas incluso para adquirir o regalar una mascota, en donde se incluyan por escrito las obligaciones que se beben de tener al adquirirlo, ya que pasan a ser parte de la familia y responsabilidad real, no ficticia, no del momento, no de haber que pasa con él o ella… Es importante que nosotros los seres pensantes racionales nos pongamos las pilas, porque ellos y ellas son seres que también sienten y “Para muestra, basta sólo con un botón” gracias a las benditas redes sociales hemos visto como un animal de una especie distinta, alimenta y protege a otro animal de distinta especie, películas y series de animales que se vuelven héroes al salvar a sus dueños de algún peligro, perros que al morir sus amos los esperan por días esperando verlos volver, animalitos que muestran sentimientos que nunca imaginamos para ayudar a otro… De ahí viene el nombre de mi columna ¡Entre más conozco a las personas, más quiero a mi perro!… El 13 de enero estimado amigo murió a las 4am mi compañero de vida el cual se llamaba SIMBA cada día que salía de mi casa me miraba con mucha melancolía sus ojos mostraban tristeza que me partía el alma, SIMBA vivió conmigo 6 años y siempre mostro cariño, afecto y lealtad incondicional, muchas personas me criticaban por dejarlo dentro de mi casa con el patio de servicio siempre abierto para sus necesidades con suficiente comida y agua, la gente que me visitaba me decía que lo dejara afuera, pero yo no tenia el corazón para dejarlo afuera, lógicamente orinaba en donde quería marcando su territorio, se subía a los sillones o a mi cama pero casi siempre hacia sus necesidades en el patio de servicio era un buen amigo perruno y muy obediente, perro de talla pequeño o como muchos dicen “faldero”, hace algunos meses empezó con problemas hepáticos y renales e incluso lo tuvimos que internar en hospital canino, ahí sufrió mucho ya que le dio una crisis convulsiva y el suero que tenía intravenoso provocó que la aguja perforara muy adentro de sus músculos lo tuve que sacar para cuidarlo y llevarlo seguido a curación para su rehabilitación, alimentándolo con pechuga de pollo, verduras, yogur natural y manzana ya que el alimento especial hepático de lata tipo paté lo rechazo de inmediato, para no hacérsela tan cansada SIMBA se salvó y medio varios meses más de ternura, afecto y amor… Pero volvió a tener una crisis en donde sufrió por algunos días, el veterinario me propuso volverlo a internar yo le dije que no, entonces me propuso medicarlo en mi casa y poderle suero por debajo de la piel para que fuera absorbido por su cuerpo después de terminar el veterinario se fue, mi amado SIMBA casi de inmediato tuvo reacción y empezó a quejarse y llorar no pudimos dormir toda una noche, en la mañana hablé con el veterinario y me indico que darle de comer y observar su evolución, me fui trabajar y regrese a las 3pm para darle vía oral alimento, vitaminas y suero, me fui a comer y regrese rápido a las 6pm del miércoles 12 de enero, me comunique con el veterinario y le pedí que fuera a verlo, yo lo veía cada día peor, me propone a las 8pm dormirlo, lo consulte con mi hija y le dije que no ya que me explico que el proceso cadavérico era de 4 horas aproximadamente y después empezaría a su descomposición, le dije que mejor lo durmiéramos al día siguiente 8am el veterinario se sorprendió y me dijo que si era por el olor, ya qué podía dejar su cuerpo en la terraza o debajo de las escaleras de inmediato le conteste que no era por eso, le dije claramente que se me hacia muy injusto sacarlo de mi casa y dejarlo a la intemperie a mi SIMBA y no se lo merecía, que mejor en la mañana siguiente lo durmiera, me dijo déjame entonces ponerle un calmante para que duerma un poco y accedí, SIMBA nuevamente al irse el veterinario empezó a quejarse y llorar me partía el alma escucharlo y verlo en esas condiciones, le marque al veterinario y no creía lo que le decía y acerque mi teléfono para que escuchara sus lamentos de mi amado SIMBA, me dijo estaré al pendiente de tus indicaciones, colgué y entendí el mensaje del veterinario, entonces envolví a mi SIMBA en una toalla grande y lo lleve a mi cama, lo acosté conmigo besé su cabeza y le dije al oído, “Mi pequeño ya deja de sufrir, puedes irte me diste muchos años de felicidad, de inmediato calmo dejándose de quejar y llorar envuelto como bebé a un lado de mi murió a las 4am del jueves 13 de enero, me hizo caso y dejo de sufrir el veterinario llego a las 8am y se lo llevó para incinerar su cuerpo, SIMBA ya esta en paz en el cielo perruno, sus cenizas en mi casa, como fiel amigo pude despedirme de él, tuvimos una gran conexión y pude darle un adiós besando su cabecita teniéndolo en mis brazos por eso aseguro ¡Entre más conozco a las personas, más amo a mi perro!… ¿No cree usted amigo lector?… Por: Carlos Tizoc Mondragón Barrón
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