ESTAMOS EN LOS TIEMPOS EN QUE HAY MUCHAS DUDAS SI EL SER HUMANO ESTÁ EN SU MAYOR ETAPA EVOLUTIVA O, SI POR EL CONTRARIO, SE VIVE LA INVOLUCIÓN MÁS DECEPCIONANTE QUE NOS LLEVA AL UMBRAL DE UN PUNTO SIN RETORNO. El progreso y sus mitos, el avance sin sentido, las revoluciones sin cambio, las narrativas edulcoradas. Quiero conocer al valiente que se atreva a decir que la humanidad va por buen camino en este siglo XXI. Podrán alegar muchas teorías, sí, solo teorías, pero en la terca realidad no hay comprobación de avance objetivo. Algunos dirán que “vivimos” una época de libertades como nunca, que todo ciudadano disfruta de posibilidades inéditas para su desarrollo y su trascendencia. Ya no hay tanta hambre en el mundo, ya las guerras son económicas, “la guerra fría” ya es historia, los adoradores del sinvergüenza Francis Fukuyama, secta que hablaba del “fin del historia”, me imagina que están con ganas de darlos las respuestas de lo que acontece ahora en el mundo “Libre”. Y los más macabro, es que lo que nos daba un lugar sobresaliente entre los seres vivos de este atribulado planeta, que era el uso de la razón, de la capacidad de discernir, de elegir con libertad, también esa capacidad la perdimos. El “Homo Algorithmus”, enterró al Homo Sapiens Sapiens, lo que se podría haber presumido de civilización, con todas esas dudas que tiene la civilización, la humanidad tenía capacidades de decisión, creación y de fundar caminos de armonía que de la mano de la cooperación más del individualismo del capitalismo salvaje, que ha llevado al ser humano a una vida de tensión, de pandemias de depresión, soledad y marginación. En concreto, debemos de reconocer que esta crisis, no tiene horizonte de solución y por el contrario, vemos un futuro desalentador. Los datos nos hacen un producto, no un ciudadano, no somos más que una variable que alimenta algoritmos, que ayudan a enriquecerse vulgarmente a una minoría de cavernícolas millonarios. La era del “Homo Algorithmus”, es una etapa donde reina la ausencia de análisis, la post verdad, el engaño, los “mass media” militantes, las guerras, pandemias. La palabra apocalipsis es costumbre en estos tiempos. Lo desesperante es que no hay opciones, no veo pensadores, líderes que nos brinden otra alternativa, el desbarrancadero nos espera y vamos con las pantallas en los ojos y el cerebro en la sombra. No nos damos cuenta que si no buscamos alternativas, no es descabellado pensar que perderemos el futuro. Evitemos ser así, empecemos por cooperar, ser solidarios, ser críticos, no aceptar las noticias que los medios nos imponen, busquemos alternativas, enfrentemos la realidad, no, no y no, es el fin de la historia de Fukuyama, estamos en el momento de las decisiones, del cambio de las preguntas, porque no nos ayudan estas respuestas que nos dan los líderes actuales, no desistamos, fracasar es humano, el éxito es una carnada que el sistema nos lanza, el verdadero éxito es la unión, tomar nuestras decisiones con libertad, pero no con la libertad del mercado, sino, la libertad de la crítica y la reflexión. Aún estamos a tiempo, iniciemos el camino, los primeros pasos serán difíciles, pero es el inicio.
Escribe Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
