Veintinueve de agosto de dos mil veintidós, inicia en México un nuevo ciclo escolar, después de dos años de pandemia nuevamente se abren las puertas de la escuela para dar inicio al ciclo escolar dos mil veintidós dos mil veintitrés. Las caras de los niños reflejan incertidumbre y miedo para los que asisten por primera vez a la escuela, otros muestran la alegría de regresar a las aulas, reencontrarse con sus amigos, sentirse parte de esa institución que amorosa los acoge.
Colocar el gel en las manos de los niños, sanitizar mochilas, zapatos y cuidar que porten el cubrebocas es la rutina que acompañará los días de clases, los padres respiran con alivio, por fin sus hijos regresan a las actividades áulicas, el hogar familiar deja de ser el salón de clases, todo parece retornar a la normalidad. Las y los docentes se muestran también emocionados, algunos llegaron a un nuevo centro de trabajo, pero confían en que este sea un buen año y llevarse bien con los compañeros. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, antes de este día, las y los docentes tuvimos cursos intensivos en los Consejos Técnicos Escolares para planear el nuevo ciclo y conocer la NUEVA ESCUELA MEXICANA, un proyecto educativo y pedagógico mediante el cual el gobierno del actual presidente ha reformado la educación en México, en los ámbitos legislativo, administrativo, laboral y pedagógico, mismo que pretende una educación de excelencia, que forme un pensamiento crítico y solidario de la sociedad y el aprendizaje colaborativo, que fomente la honestidad e integridad para evitar la corrupción, combatir la discriminación y violencia que se ejerce en las distintas regiones del país, haciendo énfasis en lo que sucede con mujeres y niños.
Sin decir agua va, la señora Delfina Gómez, flamante Secretaria de Educación es removida de su cargo porque aspira a una candidatura y la pasa la estafeta a Leticia Ramírez Amaya, quien parece que no tiene idea de la importancia y envergadura que tiene este cargo tan importante en la educación, porque la señora no tiene una idea, por mínima que sea de como enseñar a leer a los niños de primer grado y cuyo propósito esencial es crear las condiciones de todas y todos los mexicanos a una educación de calidad en el nivel y modalidad que la requieran y en el lugar donde la demanden .Las y los docentes para aspirar a un puesto como docentes de nivel básico son sometidos a exámenes que permitan dar cuenta de sus aprendizajes, saberes y actitudes con aptitudes, esta señora no fue sometida a ningún examen, no concursó por la plaza y no se sabe si ha leído los Planes y Programas vigentes y los Nuevos Planes y Programas de esta Reforma Educativa pero ya ostenta el cargo de ser nada menos que la Secretaria de Educación de un país que está en decadencia educativa.
¿Cómo va a garantizar que todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes regresen a las aulas? Estamos ante una situación crítica, un desmedido aumento de precios en los alimentos básicos de las familias, un nivel que no se veía desde hace veintidós años, son veinticuatro productos de la canasta básica que reflejaron un aumento considerable, muchos estudiantes del nivel medio superior optaron por dejar los estudios y entrar a la vida laboral, con sueldos que no les permiten una calidad de vida como la dibuja el presidente, y no se mira ni para cuando paren los aumentos de precios. Como docente me preocupa saber que los padres de familia ven como el dinero no alcanza para dar a sus hijos lo indispensable, y es precario el alimento que les ponen para el desayuno escolar.
Pero no quiero ahondar en este tema, sino en el verdadero motivo de este escrito que es la Educación en México, tan deteriorada como la economía. Inicia el ciclo escolar y comienza un alud de papelería por realizar, tal parece que a los docentes se les paga por realizar trabajo burocrático y no por realizar su verdadera misión que es la de educar, cada día llegan más y más exigencias de papeles por llenar, formatos, un examen de diagnóstico para aplicar a los alumnos, sin tomar en cuenta las condiciones de aprendizaje después de ausentarse de las clases presenciales, ilógico aplicar un examen a alumnos que ingresaron a primer grado, en el cual se les pide que escriban un cuento, que escriban los nombres de los miembros de su familia y otras especificaciones cuando muchos de esos pequeños no pisaron alguna vez el kínder.
Educación de calidad cuando las escuelas carecen de lo más elemental, infraestructura, butacas para los alumnos, materiales, apoyo para los alumnos que presentan barreras de aprendizaje (BAP) y para los cuales se pide al docente que sea una escuela inclusiva y no hay el personal preparado para darles la atención que se requiere. Salones viejos y en mal estado, escuelas que carecen de pintura, pizarrones, baños, ventilación, material didáctico, ¿Cómo ofrecer una educación de calidad y excelencia? Si el docente está inmerso en el llenado de papeles que se le pide y que tiene que cumplir. ¿Cómo ofrecer una educación de calidad? si se está trabajando con miras a un nuevo modelo educativo y aún no se acaba de integrar el actual.
La vieja escuela, sí, esa en la que la mayoría de los que rebasamos los cuarenta años, esa que ahora es tan criticada por ser conductista es declarada un modelo obsoleto, sin embargo creo, opinión personal para no herir susceptibilidades que no fue tan mala, muchos contenidos básicos de esa vieja escuela se quitaron de los actuales planes y programas y no se enseñan más en la educación básica, sin embargo cuando los chicos llegan al nivel superior, por ejemplo en la universidad son retomados, y muchos de ellos no saben que es un diptongo, un hiato, una palabra llana, y no decir de la cantidad de faltas de ortografía que aparecen en los textos, ¿Qué necesitamos para lograr que en la Nueva Escuela Mexicana se dé esa educación de calidad, excelencia, humanista, que lleve a erradicar la corrupción, la violencia y la desigualdad, si basta ver una mañana las noticias para enterarse de las mujeres muertas, los y las desaparecidas y los asesinatos a plena luz del día de hombres mujeres y niños, del racismo, de la indiferencia de las autoridades, de los gobiernos municipales, estatales y federales que lo que menos les interesa es apoyar programas educativos que impacten en la educación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. De igual manera mis respetos a los docentes que aman su profesión y ponen más de lo que ganan en seguir apostando a la educación y mi invitación para aquellas y aquellos docentes que asisten a un centro de trabajo sin esa vocación de servicio, sin el menor interés de entusiasmar a sus alumnos para que aspiren a ser mejores ciudadanos, a tener ideales por ser mejores en un mundo cada vez más desafiante y cruel.
Escribe: Lorena Reséndiz