Óscar de la Borbolla Filósofo.
“O YA NO ENTIENDO LO QUE ESTÁ PASANDO O YA PASÓ LO QUE ESTABA ENTENDIENDO” Con esta genial frase del genial Carlos Monsiváis, doy inicio esta reflexión, en mi opinión, en mi comprensión del mundo que habito, vivo, interactúo, sufro, disfruto y aprendo, nos encontramos en una etapa de transición, no sé, si durará más tiempo, o estamos en el umbral, de una nueva época. “El viejo mundo se muere, el nuevo tarda en aparecer, en ese claro oscuro surgen los monstruos”, así, lo expreso Antonio Gramsci, filósofo italiano, que recomiendo para arrojar luz en estos tiempos canallas. Nos encontramos en un ring dónde los grupos de poder económico, que son los que controlan al poder público, disputan el “relato”, lo que se define como VERDAD. Al estar sustentadas en las arenas movedizas, de los “mass media”, “think tanks” y uno que otro gurú mediático, que tomando por asalto una pantalla, lanzan al vacío, a esta “sociedad del vacío” cómo lo conceptualizo Gilles Lipovetsky, dónde el receptor, toma, compra, consume, la información, en su mayoría, chatarra, sustentada en la “post verdad”, que logran el objetivo de seducir, seducción es engaño, al ser humano. Por ello, no somos más que clientes, que compran a diario el boleto absurdo, para vivir, comentar, y pontificar en el escenario decadente de la “Feria de la verdad”, ¿Quién miente más?, ¿Quién grita más?, no importa si es falso, es necesario decir, convencer, lo que quiero que te nutra tu mente, frágil territorio de manipulación, dónde un ciudadano sin preparación escolar mínima, se empata en al nivel de un presuntuoso profesionista candidato a un post doctorado, es menester reconocer, que el nivel de estudios, no garantiza que la idiotez se extirpe de cualquier ser humano. Ahora, es importante “opinar”, no importa si no se sabe de dónde proviene, si tiene sustento, al final, la idea es crear narrativas, que cumplan para generar las óptimas condiciones para darle fuerza, poder, control y limpiar la podredumbre del poderoso, como les recuerdo, el poder económico es EL PODER, el poder público, es el gestor, el empleado, triste realidad. Mientras las elecciones a un puesto público, el factor principal es el dinero, estará abierto al camino que nos llevará al desbarrancadero inexorable. Cuánto hay de inversión detrás de la verdad. Hay más verdades ahora, que es cuestión de ir al supermercado virtual y comprar la que más cerca de alimentar la disonancia cognitiva. Ahora más que nunca, lo que más temo, es a las personas que alardean de tener la verdad, se encuentran en la línea divisoria de un psiquiátrico o ser la estrella mediática de moda. Ante tanta post verdad, y verdades de consumo, no queda más, que la consulta a fuentes, revisión y no publicar, no seguir el juego de las noticias faltas. La verdad se debe de publicar, aún que no estés de acuerdo. La verdad no habita en una feria, la verdad está en la investigación, el rigor, y la veracidad. Difícil encontrarla, pero no imposible. En verdad, investiguemos más y publiquemos menos noticias falsas, ese sería un buen inicio.
Escribe Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
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