El presidente de la República abrió sus últimas tres “mañaneras” enfilando sus palabras en contra del Poder Judicial. Se dice en Morena que éste dinero se lo están robando al pueblo porque ellos reciben el presupuesto y no lo ejercen, entonces los recursos son enviados a fideicomisos ilegales (o cuentas oscuras). Fernández Noroña manifestó que en nada se están tocado los derechos de los trabajadores y que si alguien le demuestra que sí, él mismo hablaría con los legisladores de su partido para dar marcha atrás (ajá). También aclaró que fueron los mismos legisladores del PRI, del PRD y del PAN quienes aprobaron que ningún funcionario podría ganar más que el presidente de la República, y ahora los jueces de la élite son quienes violan la Ley.
Y mientras las palabras encendidas del partido en el poder iban y venían de Palacio Nacional a los principales noticiarios nacionales, en la calle las personas que protestaban por semejante recorte, firmes y convencidas, parecían contradecir el discurso oficial o darle la razón a Mario Moreno “Cantinflas”, quien decía que “en México nunca pasa nada, hasta que pasa.”
Por principio de cuentas la capital del país fue referente de marchas y bloqueo de calles: quizá una de las más escandalosas fue el paro ubicado en Insurgentes Sur alrededor del Café de la Bombilla, donde 80 funcionarios del Poder Judicial de la Federación y la policía capitalina tuvieron diálogo y enfrentamiento con parte del Sindicato del Poder Judicial de la Federación.
Las protestas se multiplicaron en 22 estados de la República: En Acapulco, Guerrero, los trabajadores aseguraban que están en riesgo sus salarios, su jubilación y algunas prestaciones extraordinarias en salud. También en Guerrero (Chilpancingo) a las 5pm caía muerto en la Secretaría de Salud guerrerense, el creador de las autodefensas y de las policías rurales de la Costa Chica, Bruno Plácido Valerio, cabeza de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG); junto con él cayó su amigo y chofer. Tan lejanos ambos hechos, pero contiguos en cuanto a que la gente en este país tiene que seguir inventando fórmulas para que el hampa no los aniquile, o para que el poder no les caiga encima con recortes presupuestales que ellos creen son una forma de venganza. Mal están las cosas en el país cuando la burocracia tiene que cuidarse las espaldas de su empleador, mientras los criminales en todo el país atacan y se van.
Amlo, por su parte, se burla de la huelga de manos caídas con la que amagan los trabajadores del Poder Judicial. Y en algunos casos parece tener razón: es cierto que miles de personas en el país están años en las cárceles sin sentencia; es verdad que los archivos y expedientes se acumulan en juzgados y escritorios, mientras que en otros casos, raros pero notorios, las sentencias se dictan a favor de ciertos delincuentes o de familiares de los mismos que buscan salvar el capital mal habido, caso de García Luna. Pero, ¿son todos los jueces y magistrados tan perversos? ¿Todo está podrido? Porque dos golondrinas no hacen verano, señores legisladores, y es reprobable estar acusando a diario sin presentar pruebas ni cuentas.
Este asunto del recorte de 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial es netamente político. ¿Por qué en 4 años no se ha hecho el estudio de por qué es tan lenta la justicia mexicana? Si tan fuerte es el crimen organizado, ¿por qué no se han institucionalizado los “jueces sin rostro”, para que no los maten ni los amenacen?
Se sospecha de la opacidad del gobierno porque no sabemos que han hecho con los 63 mil MDP que le quitaron entre los años 20 y el 21 a los Institutos de Investigación y Enseñanza. Hacienda nunca rindió cuentas y los diputados de oposición no han dado una vuelta de tuerca al respecto. Lo único cierto es que desde que llegó Norma Piña a la presidencia de la SCJ se desempolvaron acciones que venían en contra del Poder Judicial, al que le han venido recortando anualmente varios millones. Esta vez son casi 16 mil MDP, lo mismo que se defraudó en Segalmex y que tampoco han aclarado.
El poder argumenta que se busca tener un poder Judicial independiente, capaz y auditable ¿Así? Por qué no comienzan por casa y se propone lo mismo para el Poder Legislativo y la transparencia también pasa visita por Palacio Nacional; ¿por qué no ponen encina de la mesa los 97 mil MDP que tiene el Ejército en fideicomisos no auditados y opacos? Porque esto, repito, es político, vengativo y claramente dirigido.
Escribe: Guadalupe Elizalde
- Advertisement -