Muy buenos días a todas y a todos los lectores atentos al acontecer nacional. Como dice lo bien dicho, llegó el día en que se cumplirán dos destinos nacionales en materia electoral en dos estados del país. Mi abuelita y su servidora les pedimos que voten; salgan a votar por favor para derrotar a un elemento que viene ocupando un sitio preeminente en el acontecer nacional, la encuestitis. Apoyamos a las encuestadoras serias, claro, pero las decenas que no lo son, figuran como soldados a sueldo de uno u otro partido, muy bien pagados para hacer toda suerte de trabajos sucios que destacan en cuanto sale el primer rayo del sol. A mi gusto, la peor de sus tareas, es llevar a alguien muy alto en los promedios de votantes, para que si sale la votación emparejada, alguien pueda alegar fraude. Es triste, pero ya ha ocurrido. Hay veda electoral y debemos cumplir con ella, pues la ley, todavía es la ley.
Hoy se reunirá la Permanente sólo para ver si se congregarán la semana que viene para votar a los Comisionados del INAI que están haciendo falta hace tiempo, para echar a andar el Instituto de transparencia. Todo apunta a que puede estar fraguando otro enroque entre los miembros de Morena. Para hacer como que cumplen con el mandato de Juez (así con mayúscula y con respeto al Poder Judicial) y no ser acusados de incumplimiento, se juntarán y votarán en contra. Otro escenario puede ocurrir si se nombra a los Comisionados del INAI y el Ejecutivo los rechaza. Esto al menos dejaría al Senado en libertad de votar y renombrar a los funcionarios que faltan. No es que seamos pesimistas, pero como López Obrador no ha cambiado el gesto de desprecio hacia los institutos autónomos y no ha enviado señal en contra al rebaño morado que lo sigue a ciegas, esperamos un truco mañoso para dejar morir al Instituto ciudadano, que no gubernamental. No cabe duda que sólo los tumores crecen en la sombra y van enfermando cada órgano del cuerpo social.
He dejado la nota más fuerte para el final, por acuerdo con mi abuelita. Ella opina que de tanta zarandaja que escuchamos desde Palacio, para colmo, diario, se nos pueden ir dos o tres habas enteras por la tráquea y nos veremos en un segundo en riesgo de morir ahogados. Se trata de dos frases pronunciadas desde donde salen las Mañaneras.
Durante la marcha ciudadana más reciente –para mi gusto mal organizada- en la cual se defendía a los magistrados de la Suprema Corte de Justicia por parte de los asistentes, el contingente ciudadano llegó hasta donde se han instalado los violentos, los que desfilan con ataúdes que llevan monigotes con los rostros de quienes no son del agrado del señor presidente. Son porros vintage que queman y pintan puertas y muros históricos; quienes desde que Sheinbaum y su esposo Carlos Ímaz eran jefes de los porros de la UNAM, antes de divorciarse por el asunto del reparto de las ligas… y de los dólares de Ahumada, no han roto con sus raíces, puesto que ese mismo fósil está allí en la calle provocando a quien se deja, con su talante grosero, envalentonado, etc. Como mi abuelita no se sabe responder a tanta grosería y bajeza, mejor se alejó, pero con ganas de regresar con un mazo para romper cabezas… Es decir, los ciudadanos que trabajan diariamente para, entre otras, pagar los salarios de los porros al servicio del gobiernillo en turno, fueron agredidos por huestes callejeras; tuvieron que replegarse ante un grupo callejero y dispuesto a todo. Y ante eso, en lugar de hace un llamado al orden institucional, o por lo menos al civismo el presidente les dijo (como su necesitaran más apoyo): “No están solos”.
Ojo: ese día, por si se les pasó el haba entera, López Obrador eligió quiénes serán los “salvados” y quién es el pueblo bueno.
Segunda: Cuando el mismo personaje abrió su boca bioprofética para declarar que el Poder Judicial le estaba preparando un golpe de estado técnico. Ojo, no nos hagamos los desentendidos. Ya apuntó su carcaj para allá y tiene el arco templado. ¿Quiere pruebas? Ahí tiene a Adán Augusto corcholata López haciendo un eco que proviene de una sola voz emisora: “El pueblo bueno” demanda una limpia total del Poder Judicial. ¡Qué mancuerna más infernal han hecho esos dos!
Los magistrados de la SCJ no son vías de tren. ¿O qué? ¿También enviará al Ejército para que ocupe temporalmente la Suprema Corte? No nos han dejado más que el recurso de la movilización y apuntalar lo que queda, si queremos de vuelta a México.
Escribe: Guadalupe Elizalde
