San Juan del Río, Qro., Agosto 20 del 2023.- Sólo una vez en mis viajes al exterior del país, y también del interior, me quedó la duda de si por ser mexicano “ brown power “ ( poder prieto ) fui víctima de discriminación. Después de recorrer el centro de Nueva York, incluido el edificio Dakota, dónde se escabecharon al Beatle Lennon, y que tiene una extraña vibra satanista, luego fuimos al antro CBGB, ahora tienda de ropa cara, dónde nació el punk neoyorkino y gringo. Los R ( M ) amones ( ponga la letra que quiera ) y Blondie, con la supuesta hija de Marilyn Monroe: Debbie Harry. Pues bien, para rematar llegamos a una tienda de juguetes para coleccionistas ( adultos infantilizados o chavorrucos, pues ) de gran calidad y precio, para solo admirarlos, pues eran carísimos . Yo estaba cansado de caminar todo el día, así que en un momento me senté a descansar en la escalera que conectaba los dos pisos de la tienda, no tenía ni medio minuto cuando un gringo joven me ordenó como a Rosa Parks, a la que el racismo quería mandar hasta atrás del camión, o Madonna a Lucía Méndez en su concierto: “ Stand up ¡¡ stand up ¡ “ yo fingí no entender al pálido ojo azul, aunque sus gestos remarcaban su mandato imperativo, lo que provocó que algunos clientes de la tienda voltearan sus ojos curiosos a la escena, seguro imaginando que me levantaría furioso a tundirme al gringo a golpes o con majaderías mexicanas. Pero sabiendo que si me rebelaba nos sacarían de la tienda a mi familia y a mi obedecí la consigna a pesar de mi cansancio, pero a través del tiempo me pregunto: “ ¿ si hubiera sido una rubia despampanante o un estadunidense ruco y rico ¿ me hubiera ordenando levantarme ? o simplemente así tratan a algunos turistas “mexican curious “ en la gran ( y a veces podrida ) gran manzana.
Escribe: Fernando Roque Soto Martínez
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