De risa. De risa loca como si fuera película de Cantinflas. Marcaban a la guardia. Era domingo. Domingo de misa. Domingo de descanso. Domingo de guardia. Llamaban insistente. Insistentemente llamaban. Tanto que me sentí con ánimo de mentarle la madre como ya comenzaba a ser habitual. Y bien merecido. Mientras en el escritorio tenía una humeante taza de café cubano para ahuyentar cualquier sombra de cansancio que me robara concentración tras una noche en la que no conocí el descanso y acompañando la aromática infusión con el puro cohiba, tome el radio.
Estaba recibiendo una llamada del concertador político y social asignado al municipio de Tequisquiapan. Un cabron que cuando hablaba goteaba saliva en los dientes.
Al concertador político y social asignado a aquel municipio Lo habían sacado de su zona de confort. En día domingo le habían echo del conocimiento que en su municipio había un evento político. Y para luego es tarde se lanzó a monitorear por aquello de las moscas.
Tome el radio de aquel lugar pomposamente llamado oficina. Presto a escuchar el reporte del compañero. Un compañero que parecía orgulloso del reporte. Estaba en el lugar de los hechos. Estaba muy contento por llevar a cabo el monitoreo que se le encomendó. Reportaba que el cronista municipal le había obsequiado una leve pero elocuente reverencia. Que en la plaza principal había entre 4500 y 5000 personas. Que portaban banderolas, mantas y traían puestas camisetas de un partido político nuevo. Que no era ni el PRI ni el Pan. Tampoco el PRD. Que el candidato no le era conocido. Pero que en unos minutos más me confirmaba todos estos datos. No termino la frase para beber largamente de su coca cola que le acompañaba, me lo dijo, y así aumentar el suspenso de una revelación crucial en la vida política de aquel municipio. En cuanto termino de beber mencionó que el candidato había llegado en una camioneta negra y lujosa con los vidrios polarizados.
Me quede de a seis. Me quede tan boquiabierto como un pez sin aire. No supe que responder, al menos de inmediato. Una chingas a tu madre era lo mínimo pero eche una mirada de enojo, porque no me caracterizaba precisamente por mi docilidad y ante cualquier error de los compañeros lo primero que hacía era pendejearlos, desde la oficina hasta aquel municipio. Pero tarde que temprano conteste. Ni me inmuté. Le conteste que en el municipio estaban filmando la novela El Candidato era una telenovela mexicana de TV Azteca. Protagonizada por Humberto Zurita y Lorena Rojas. Antagonizada por Olivia Collins. Que lo que me estaba reportando era el filme de la telenovela de TV Azteca. El compañero se quedó de a seis. Que en el fondo le mande ese chingas a tú madre.
Y concluí: Ponte las pilas cabron!
Augusto Sebastián [email protected]
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