Una vez más los partidos políticos han protagonizado un verdadero “show” en el Congreso de la Unión; y todo porque a partir del 01-septiembre-2020, la LXIV Legislatura que comprende el periodo 2018-2021, dará inicio a su tercero y último año. Para este año de cierre de actividades, arribará una nueva mesa directiva, misma que actualmente se encuentra en tremenda puja entre el Partido Revolucionario Institucional y el Partido del Trabajo. Sobre el particular, el PRI argumenta que le corresponde en base a un “acuerdo fundacional” entre partidos que data del ejercicio 2018, pero el PT afirma que actualmente ellos acreditan la tercera fuerza política. Este escenario se debe a que los dos partidos se encuentran empatados con 46 legisladores cada uno, lo que los convierte a ambos como tercera fuerza, y la ley y los acuerdos internos en el Palacio Legislativo indican que la tercera fuerza podrá presidir la Mesa Directiva el tercer año de la Legislatura. Ambos argumentan ser los “derechosos”. Esta situación ha hecho que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, les recuerde a ambas instituciones políticas que se debe de respetar lo que señala la ley en cuanto a la Presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y no hacer cambios de “última hora” para ocupar un cargo. Se refirió también al hecho de que el Partido Acción Nacional quedó como segunda fuerza y obtuvo de manera consensuada entre los partidos, la presidencia de la mesa directiva para el año 2019, acotando que en ese sentido para este tercer periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados le correspondería al PRI. En entrevista mañanera reciente, manifestó lo siguiente: “Creo que hay que respetar la legalidad, y no hacer lo mismo de antes, nada de maniobras por cargos, es decir, nada de hacer cosas que a todas luces son indebidas. Se tiene que respetar la ley (…). De acuerdo al reglamento, el primer año la Presidencia del Congreso corresponde al partido que obtiene más votos o más escaños, que tiene más diputados; el segundo año, para el que obtiene el segundo lugar y correspondía al PAN”. Se esperaba que esta opinión, cuando no recomendación, al menos para su partido, se atendiera y fuera el PRI el partido que presidiera este último tercer periodo de sesiones. Pero no fue así y dio inicio un verdadero “mercado negro” de oferta y demanda de canonjías o componendas inter-partidarias, de jaloneo por los legisladores. Y estos ni tardos ni perezosos, prácticamente se pusieron a la venta del mejor postor, pues de gratis seguro no podía ser. Recordemos como se procedió por parte de los legisladores de la época (2013) para aprobar “la madre de todas las reformas estructurales”, como lo fue la energética, donde negociaron a más no poder aquellos “representantes populares”. Finalmente, el PRI parece que no logró el objetivo de presidir la Cámara, pero tampoco el PT. El PRI no pudo ni con la ayuda de cuatro legisladores tránsfugas desvergonzados que pasaron de las filas del PRD al PRI. ¡QUE, QUE!, como lo lee estimado lector. Y un legislador de Morena, sonorense él, en primera instancia se pasó de Morena al PT, con lo cual el marcador se desempataba a favor del PT con 47 votos por 46 del PRI, pero a última hora este desadaptado político de 5ª, metió reversa y decidió como un verdadero villamelón quedarse en Morena. Así de mercenarios se mueven algunos diputados. Ante ello, seguramente será el PAN quién temporalmente permanecerá presidiendo la mesa directiva. Es de resaltar que durante las votaciones para la mesa directiva, veinticinco diputados de Morena se abstuvieron de votar, ignorando con ello a su guía espiritual o líder moral Andrés Manuel López Obrador. Quizá por esta y otras tantas razones es que el Presidente ha pensado en abandonar al partido que lo encumbró al poder; pues hoy se están viendo actitudes muy “perredisadas”, aunque algunos “ideólogos” le llaman a esto “vertientes”, por sentir que se degradarían si se les llama “corrientes” o “tribus”. Pero, ¿por qué el pleito para presidir la presidencia de la Cámara de Diputados?; ¿por qué se desgarran tanto las vestiduras nuestros representantes populares?. Existen, entre otras, las siguientes funciones: se convierte en presidente del Congreso de la Unión y por ende se acredita como el representante legal del Palacio Legislativo de San Lázaro, y con ello, tiene la facultad de presentar acciones de inconstitucionalidad cuando una norma se considere que viola la Carta Magna. El presidente representa a la Cámara de Diputados en todos los actos oficiales, y esto es un plus en año electoral, pues asiste, junto al titular del Ejecutivo, a todas las ceremonias republicanas y oficiales, es decir, gana en imagen política mediática. Garantiza el fuero de todos los legisladores, dentro y fuera del recinto legislativo; ostenta el mando de la fuerza pública dentro de la Cámara de Diputados y tiene el mando de la comunicación social de San Lázaro. Normalmente acude como invitado de Honor a las ceremonias del 15 y 16 de septiembre al balcón presidencial del Palacio Nacional para presenciar el Grito de Dolores y el desfile cívico-militar en compañía del Presidente de México. Los partidos políticos actuales, no son auténticas entidades de interés general, incumplen su misión constitucional de hacer posible que los mejores ciudadanos tengan acceso al poder público. Son responsables directos de la pésima calidad gubernamental, judicial y legislativa que indigna a la sociedad, denigra la vida pública e impide el desarrollo sostenible de los mexicanos. Los partidos políticos actuales, no son auténticas entidades de interés general, incumplen su misión constitucional de hacer posible que los mejores ciudadanos tengan acceso al poder público. Son responsables directos de la pésima calidad gubernamental, judicial y legislativa que indigna a la sociedad, denigra la vida pública e impide el desarrollo sostenible de los mexicanos. Don Jesús Moreno Trejo
Nuestro punto de vista… ¿POR QUE TANTO “INTERÉS” EN LA PRESIDENCIA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS?
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