viernes, mayo 3, 2024

De cómo no todo lo que brilla es oro, ni todos son gallos Por si usted no sabía…

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Buenos días estimados y estimables lectoras y lectores de este espacio. Los saludo con el mismo gusto de siempre, deseándoles salud y un muy agradable Día de la Candelaria. Pasando a mi entrega de esta semana, recordarán que quedó trunca la entrevista que, a solicitud expresa, concedió a este espacio el líder estatal de Antorcha Campesina, profesor Jerónimo Gurrola Grave. Una vez que entendimos cuál fue el origen del movimiento y cómo fue dándose una casi natural expansión del mismo, se deduce que detrás de cada necesidad que iba surgiendo había una ideario seguido por los líderes, una especia de vía de conducción para que todos siguieran los mismos pasos y no avanzar poniendo parches o haciendo lo que a cada uno de ellos se le fuera ocurriendo en el camino. Los 70s y los 80s fueron años de definiciones políticas en el mundo, y México no fue la excepción. Si bien Antorcha campesina nacía en una presidencia de izquierda, con Luis Echeverría, iba consolidándose cuando el neoliberalismo surgía con la presidencia de Miguel de la Madrid. Investigando, encontré que uno de los “pecados” que no se le perdona a los líderes de Antorcha, y en especial al ingeniero Aquiles Córdoba, fue su apoyo al PRI en el llamado “salinato”. Sin embargo, no podemos ser ni cándidos ni ignorar que “Solidaridad” tuvo un tinte maoísta para quienes solicitaran ayuda; no sólo se les iba a asignar el dinero para realizar las obras, sino que las comunidades participaban y se involucraban trabajando en ellas, cuidando los insumos, al tiempo en que su trabajo servía para beneficio de toda la comunidad. La teoría insinuaba que si algo te cuesta, lo cuidas. Ese mismo pensamiento, la ayuda a los más pobres, mejorar la alimentación, dar al pueblo la capacidad de organizarse en torno a un interés común, empata con la doctrina y los ideales de Antorcha Campesina. Y decía líneas arriba que tampoco podemos ser cándidos: los gobiernos y las organizaciones que realmente están trabajando tienen que unirse en sus intereses para lograr sus fines. Quizá al PRI de Carlos Salinas le convino la ayuda de los millones de antorchistas en el país, pero también la gente recogió los beneficios de esa unión que siempre es temporal y hasta que se termine con el objetivo. A.C. no podía asimilarse en todo al PRI, en principio porque siempre ha buscado ser un partido político aunque uno “diferente”, según nos explica el profesor Jerónimo. El actual gobierno encabezado por Andrés Manuel López O. y la 4T se dice de izquierda, y con preferencia hacia los más pobres y necesitados. ¿Por qué ustedes no están de acuerdo con sus políticas? El profesor toma un respiro y responde sopesando cada palabra: porque quienes lo conforman no han buscado coincidencias ni ideales ni políticas con nadie, sino con ellos mismos; y a quienes difieran de ellos, se les califica de traidores. Por eso afirmo que ellos no conforman una izquierda consecuente, y al paso del tiempo se va viendo que no hay una ideología común, sino intereses personales, respondió el profesor Gurrola Grave, tras afirmar que los conocen a todos, pues los fundadores antorchistas se fraguaron en la izquierda mexicana donde militaron lo mismo pensadores que guerrilleros. Y ahí están la fractura y el punto de cruce. Fractura porque el líder Aquiles Córdoba jamás ha comulgado con la lucha armada ni cree en la lucha armada. Y tampoco creen en la política que se hace desde el café, pues a la hora de poner esas ideas en práctica siempre se topan con la realidad; en una palabra, a los ideólogos de la 4T siempre les ha faltado pueblo. ¿Qué denigran al neoliberalismo todos los días? Que nos digan una sola cosa que hayan hecho para suspender en los hechos los daños causados por éste. Sencillamente el aumento salarial ya quedó pulverizado. Repiten todos los días que vamos bien porque hay que “vender otra percepción de los hechos”, pero en realidad todo está peor. Otra muestra son los pueblos fantasma y los productores víctimas de las luchas entre los cárteles. ¿Qué puede hacer el gobierno? Usar a la seguridad pública y ayudarlos a cosechar y comercializar, responde firme Jerónimo Gurrola. Por cada trabajador que migra a los EEUU perdemos a un mexicano, pero se presumen las remesas. Este gobierno prefiere las visas temporales que ocuparse en crear mejores condiciones para los trabajadores. Y explica: a los migrantes se les manda a morir, por explotación, por drogas y cuando regresan en invierno, todo se descompone en las comunidades porque traen drogas y dólares; el resto del año, los jóvenes estudian y hacen deporte, pero se acostumbran a irse, finaliza el profesor Gurrola Grave.
De Guadalupe Elizalde

Guadalupe Elizaldejfif phixr
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