En los últimos días, aunado a las defunciones, el miedo, la depresión, la falta de ingresos, el cierre de centros de trabajo, de escuelas y demás, causadas por el COVID-19, así como las inundaciones, terremotos, actividad volcánica, marchas violentas de mujeres que destruyen todo lo que se les pone enfrente, surge la legalización del aborto, opiniones encontradas, a favor y en contra. Tema polémico, habrá quien piense que no hay fundamento para opinar sobre esta decisión, esta vez hablaré de ello, a opinión personal.
Desde tiempos remotos, las diferentes culturas han sacrificado niños en honor a sus dioses; los aztecas arrancaban el corazón de los pequeños, los incas, los mayas, hacían sonar fuertes los tambores para no escuchar sus gritos, se hacía de manera pública, nadie se horrorizaba, era parte de sus creencias. Hoy se hace privado, como un derecho, como resultado del sexo libre, de decisiones personales, de la libertad femenina. En nuestro país los estados de Oaxaca, Hidalgo, Veracruz y la Ciudad de México el aborto ya es legal, en los demás estados se considera despenalizado, que no es lo mismo.
En el mundo cincuenta millones de abortos se practican anualmente. En México, noventa mil abortos son practicados, a estos datos se suman seis millones de abortos farmacéuticos, cuatrocientos sesenta millones por el uso del DIU, además de los eliminados por la fecundación in vitro. Una de las muchas teorías para realizar la interrupción del embarazo es considerar que es una parte del cuerpo de la portadora, como un apéndice que puede ser retirado si causa molestia, sin embargo no es así, es una realidad distinta, dependiente sí, pero también autónoma, retomo las palabras de una magistrada del TSJ. “Nadie se embaraza en ejercicio de su autonomía para después abortar”.
¿Por qué no debo nacer? Sería la pregunta de aquél que se va a abortar, no pidió ser concebido, no evitó que quién le diera origen tuviera sexo, enamorada o no, solo está ahí, como resultado de dos células. El aborto, sí, si es en contra de la voluntad de la mujer, si es el producto de una violación, de poner en peligro la vida de la gestante, tiene que considerarse despenalizado, incluso, si el feto presenta una malformación que le causará una vida no plena, abortar porque no se tuvo la precaución de cuidarse no es la mejor decisión. Hoy en día, existe la información suficiente para evitar un embarazo, aúnen las comunidades más alejadas, los libros de texto de educación básica informan a los niños y niñas los riesgos de un embarazo no deseado, los métodos anticonceptivos, no podemos decir que existe un desconocimiento de la realidad, existen las casas de salud, los centros de salud, pláticas informativas, los jóvenes saben que las relaciones sexuales sin protección tienen como resultado un enfermedad de transmisión sexual o un embarazo.
Se necesita que las instituciones de salud y educativas realicen un pertinente esquema de salud sexual y reproductiva que informe a las mujeres a tomar decisiones encaminadas a proteger su integridad para evitar embarazos no deseados, si esto se vuelve una realidad, el aborto no debe existir, decía mi madre de manera muy discreta y real, “una bajada de ropa interior, un embarazo seguro”.
Me preguntaron mis alumnas que si estoy a favor del aborto, mi respuesta es NO, estoy a favor de que si tienes la edad, la madurez, la consciencia, la libertad para tener relaciones sexuales, esa mismas condiciones debes tener para realizarlas de manera segura, con cuidado y protección, de esta manera no tienes que hacer marchas de la peor manera pidiendo que se legalice el aborto, en ti mujer, está la última palabra. Sé consciente de ti, de tu cuerpo, de tus pensamientos, de tus actos, la mejor manera de practicar el aborto, es ser responsable para NO EMBARAZARTE.
Maestra Lorena Reséndiz
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