Estimado lector, si Usted me lo permite y tomando las desafortunadas palabras de alguien de los altos niveles federales del sector salud personaje qué más o menos expreso lo siguiente: Los niños…” Se mueren poco”, tocando el tema de la pandemia que aqueja a todo el mundo y como dicen en mi rancho “No existe peor ciego, qué aquel que no quiere ver” en donde “El Pez por la boca muere” muchos dirían que lo parta un rayo, ya que no existe apelativo para expresar lo aberrante de ese desafortunado comentario que Dios lo perdone porque la sociedad lo recordará por siempre… Por desgracia ese maligno virus llamado covid-19 con sus mutaciones nos ha llenado de temor, miedo, angustia y confinamiento en diferentes etapas desde su inicio (marzo del 2020) sigue haciendo de las suyas cobrando la vida de muchas personas conocidas y desconocidas e incluso de nuestros propios seres queridos y amigos cercanos… Hace unos días dos niños en nuestro estado queretano murieron por covid-19, un suceso muy lamentable, que dos pequeños hayan fallecido amigo lector… Pero con la única intención de que este usted debidamente informado y no asustarlo más con las cifras de muertos a nivel nacional llevamos más de 246 mil decesos y los que faltan… A pesar de ello, la secretaria de Educación Federal anuncia el regreso a clases de forma inminente para finales de este mes de agosto, pareciera que llueva, truene o relampaguee se iniciaran clases ¡PARECIERA QUE ESTO, NI DIOS LO PARA! Los argumentos pudieran ser muchos y hasta aceptables: “Ya que los maestros y personal administrativo de todas las instituciones de educación están debidamente protegidos con la vacuna, dejando gran parte de la responsabilidad a los padres de familia del país, para que ellos sean los que decidan; si sus hijos tomaran clases presenciales o virtuales ESTO ENCIENDE UN SEMÁFORO DE ALARMA, EN VIRTUD QUE HASTA EL DÍA DE HOY LOS CONTAGIADOS SIGUEN EN AUMENTO Y NO PARAN poniendo entre la espada y la pared a quiénes tienen hijos menores de edad (ellos no están vacunados, ni hay vacuna) que se pueden contagiar en la mismísima institución educativa… Solo recordemos que existen familias muy responsables y otras que no lo son, quienes siguen los protocolos correspondientes o quienes no los siguen para evitar contagios… Como diría mi abuelita hijito; la situación actual está que arde y le echan mas gasolina al fuego ¿Qué no tienen temor a Dios? Mejor vamos a pedirle un milagro a la virgencita de Guadalupe para que les de sabiduría a nuestros gobernantes, pareciera que la tatema no les está girando la ardilla… A poco de verdad: ¿Los niños, se mueren poco? … Y se le seguirán escuchando ese tipo de declaraciones a nivel federal ojalá y noooo… Pero es aquel, quien también decía que el cubre-bocas científicamente no ha sido comprobado su efectividad y por eso no lo usaba y que para acabarla de fregar HA TENIDO TANTAS CONTRADICCIONES Y CRITICAS POR EL MANEJO DE LA PANDEMIA Poniendo el mal ejemplo de no usarlo durante mucho tiempo, hasta que le indicaron o lo obligaron hacerlo, mi abuelita diría “Mejor que Dios nos agarre confesados, por lo que pudiera venir” … Tomando en cuenta que la pandemia es un fenómeno mundial y que ninguna nación estaba preparada para hacerle frente, en donde además nadie tiene la verdad absoluta, se debería ser más precavido para un regreso a clases, porque no nos gustaría enterarnos de más contagios o decesos de nuestros menores de edad quienes apenas empiezan a vivir una vida, muy diferente en la que a nosotros nos tocó vivir… Esto es para reflexionar y accionar de manera prudente e inteligente … ¿No cree usted amigo lector?… Carlos Tizoc Mondragón Barrón
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